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La tercera princesa de Liones era bien conocida, no había ningún ciudadano que no la conociera. Ella era amable y un poco tímida, para muchos, la esposa "perfecta".
Aunque sólo tuviera quince años.
Una de las mucamas la veía de lejos, aunque era de su edad, trabajaba extra para poder tener el dinero suficiente para vivir. Siempre la veía caminar de un lado a otro con una sonrisa, hablar con sus hermanas y disfrutar del día tranquilamente.
Nunca se había atrevido a hablarle, y aunque no tenían contacto, estaba de acuerdo con los rumores de que sería una gran esposa. Ella era tan linda con todos, siempre trataba de ayudar a los demás, por lo que poco a poco se fue ganando el corazón de la joven mucama.
Pero era claro de que nunca le prestaría atención, ella era de un rango menor que el de la princesa, no estaría bien vista su relación. O tal vez si, ¿quién sabe?
Cada vez que la veía caminar por el palacio y veía su hermoso cabello le daban tantas ganas de tocarlo, acariciarlo y cepillarlo delicadamente. Aunque siempre que pensaba eso negaba con la cabeza, si alguien pudiera leer sus pensamientos la juzgarían por acosadora.
Así que simplemente seguía haciendo sus tareas, tratando de olvidar todo lo que sentía por la joven princesa.
Aunque, de vez en cuando, fantaseaba con que hablarían, y que pasarían tiempo juntas, conociéndose más y más, a un punto donde se confesarían y después serían algo.
Ella reía al volver a la realidad. Nunca pasaría eso.
Eso pensaba hasta que por accidente tropezó con ella, causando que todas las ropas que la mucama traía cayeran al suelo, ensuciándose.
—Lo siento, lo siento —repetía constantemente la trabajadora mientras miraba al suelo.
La princesa se disculpó igual, y después sugirió que sería buena idea lavar la ropa juntas, para enmendar el error.
Bastante nerviosa aceptó, ambas comenzaron a lavar la ropa aunque la mucama se había negado muchas veces diciendo que era una princesa y que no debía de hacer eso.
No le importó mucho a la peliblanca, pues siguió limpiando la ropa con una sonrisa.