Heredera de Asgard

Capítulo XXXIX: "Sed de Venganza"

En una sala adjunta al Salón del Trono de Asgard hay una gran mesa redonda con nueve sillones acojinados, de madera, de respaldo alto. Cada sillón está decorado con tallas que hacen referencia a cada uno de los Nueve Reinos. Acomodados en sus respectivos asientos, se encuentran Njör, dios del Verano y rey de Vanaheim; Eitri, líder de los herreros enanos y rey de Nidavellir y Ronin, elfo guardián de Aelsa, reina de Alfheim. Los tres esperan al rey de Asgard. Entre tanto, intercambian sus puntos de vista sobre el grito de lamentos que se escuchó en sus respectivos reinos.

-Calmé a mis enanos- dice Eitri-. Pero debe ser algo muy grande si se escuchó también en sus reinos, majestad y maese elfo.

-Yo dejé a mi hija Sif a cargo de Vanaheim- dice Njör-. Terminamos su entrenamiento cuando escuchamos los terribles lamentos.

-¿Entrenamiento... Militar, supongo?- pregunta Ronin; los dos reyes lo voltean a ver- ¿Acaso Vanaheim sabe algo que Alfheim no?

-¿Qué insinuáis, maese elfo?- Njör se nota intrigado- En Vanaheim desconocemos el origen y propósito de tales gritos. Pero comprendo vuestra inquietud, dado que Alfheim ha de temer al Eather, ahora que vuestro más grande enemigo lo posee.

-En parte por eso estoy aquí- responde Ronin, poniéndose de pie-. ¡Para hablar con la ingenua heredera que le entregó al Elfo Maldito el poder para destruir a todos los Reinos!

-Mirad, maese elfo- dice Njör, tranquilo; se levanta y se coloca frente a Ronin. El dios del verano es treinta centímetros más alto que el elfo, quien mide un metro con ochenta centímetros-. La heredera de Asgard es noble. Quizá ella notó algo en Malekith y por eso intercedió ante Odín para que le devolviese el Eather al rey de Svartalfheim. Pero no os preocupéis; si él es el causante de los lamentos, que lo dudo, entonces enfrentaremos a los elfos oscuros al lado de Odín.

Eitri siente la tensión en el aire. No sabe qué hacer. Entonces se escucha un par de puertas abrirse. El rey de los enanos se levanta de su asiento.

-Lamento el retraso- dice Thor, quien va acompañado por dos escoltas-. Heimdall me comunicó que habéis solicitado audiencia.

-¿Dónde está el Padre de Todo?- pregunta Ronin a Thor- Solicitamos audiencia con Odín, rey de Asgard.

Thor se dispone a explicar que su padre cayó en el sueño de Odín cuando uno de los escoltas que lo acompañan, ataviado con su armadura dorada, intercede.

-Más respeto, maese elfo. Estáis hablando con el actual rey de Asgard- le dice el escolta dorado al elfo guardián de Alfheim.

Ronin, Eitri y Njör se miran los unos a los otros. Después miran a Thor, con cierto asombro. El dios del Trueno se limita a sonreírles, para luego observar como Njör, Eitri y Ronin colocan su respectiva rodilla derecha en el suelo e inclinan sus cabezas, en un acto de reverencia y reconocimiento.

En Midgard, vistiendo traje, camisa y zapatos negros, Jason Shaw recibe su automóvil deportivo Jaguar a la entrada de su hotel en mi ciudad. Está listo para salir a buscar información sobre mí.

Tras desplazarse por las calles varios kilómetros, el auto de Jason se estaciona a las afueras de mi ciudad, frente al bar de nombre La Manzana Envenenada. El bar se encuentra en los linderos de la ciudad, por lo que detrás de él empiezan algunos cultivos de maíz y las calles se transforman en caminos de terracería.

Jason sale de su automóvil, cierra la portezuela, activa la alarma del vehículo y mira en lontananza el atardecer. Allá, entre los cultivos todavía pequeños, a medio kilómetro de distancia, ve una encrucijada de caminos polvosos. Un recuerdo viene a su mente y sonríe, apretando los labios.