Capítulo XLIII: "¿Morirías por ella?

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A lo lejos se escucha la acalorada discusión entre una mujer y un hombre. Veo a la pareja que intenta encender una motocicleta en medio de la lluvia. Se escucha otro estruendo del escape del vehículo, pero ya no hay más pájaros que salgan volando. La mujer está molesta, desesperada, hasta que recibe un abrazo del hombre que la acompaña. Ella apoya su cabeza en el hombro de él.

"Habiendo tantos hombres en Midgard, me tuve que enamorar de un dios egocéntrico y apático", pienso. La idea me hace soltar un suspiro. Ni siquiera imagino que sigo en la mira telescópica del rifle semiautomático de Jason Shaw.

Desde la ventana de su habitación, Jason vuelve a calibrar la mira de su rifle. Detrás de él, pegadas con cinta en la pared, hay varias imágenes mías, sacadas de mis redes sociales. Arriba de mis fotos hay dibujos y grabados de la mitología nórdica. Resaltan los nombres de los nueve reinos que pertenecen al árbol Yggdrasil, con las características de cada uno escritas a un lado. También están Odín, Padre de Todo; Thor, dios del Trueno y Loki, dios de la Travesura. Todos acompañados de algunos párrafos que describen sus habilidades y su personalidad, de acuerdo con sitios web especializados en el tema.

Jason, de pie junto a la ventana, me observa de nuevo a través de la mira de su rifle y cuando acerca de nuevo su dedo al gatillo, la mira se estrella. Jason, desconcertado, da un par de pasos hacia atrás. Voltea hacia atrás y ve las imágenes colocadas en la pared.

"Hizo un trato, como su padre" piensa el asesino británico. Sus ojos se enfocan en las características que escribió de Odín, Thor y Loki. En este último caso, resaltan palabras como hechicería, contratos mágicos con los mortales, dagas, ilusiones y demonio nórdico.

Jason se toma un momento para recordar mis palabras en el restaurante.

...Tendrás que esperar, Loki.

Lo dije sin saber que no era Loki a quién me dirigía.

-Así que un trato con Loki- se dice Jason a sí mismo. Se quita la mancuernilla izquierda, la guarda en el bolsillo de su pantalón y se arremanga el brazo izquierdo de su camisa. Observa las runas tatuadas en su antebrazo. Con su mano derecha saca su teléfono inteligente del bolsillo derecho de su pantalón y busca los nombres y títulos de los dioses nórdicos, escritos con runas. Hay una palabra rúnica que empata con su tatuaje: forma parte de la descripción Diosa de la Muerte nórdica. De acuerdo con la traducción, la palabra es Muerte. Jason sonríe al ver imágenes de una mujer con una gran cornamenta angulosa.

-Hela -lee Jason y vuelve a ver su tatuaje- Qué interesante.

El asesino británico arroja su teléfono inteligente sobre la cama, saca un lapicero y una libretita de notas del bolsillo de su camisa y escribe en ella su tatuaje, letra por letra. Hela se lo imprimió de alguna manera aquella noche que lo contrató. Primero la "M", después la "U" y así hasta completar la palabra "muerte".

Jason regresa la libretita y el lapicero al bolsillo del que los sacó, se baja la manga izquierda, se vuelve a colocar la mancuernilla y va a la pared que le sirve de pizarra. Quita todas las imágenes, excepto las de Loki con su información. Desarma su rifle semiautomático y lo va colocando dentro de la mochila negra que le corresponde, para después cerrarla. Toma su celular, su sobretodo y su sombrilla y sale de la habitación.

Ya en su auto, con el sobretodo puesto, Jason maneja hasta estacionarlo cerca del parque donde me encuentro. Antes de bajar de su vehículo, hace una búsqueda en su teléfono inteligente. Escribe rituales para inhabilitar magia nórdica. Copia y pega algunos párrafos, bloquea su celular, toma su sombrilla del asiento del copiloto y va a mi encuentro.

Heredera de AsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora