Capítulo IV "Victoria"

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Al iniciar su lucha contra los elfos, los Tres Guerreros dejan libre la salida de la biblioteca y cruzo el umbral. Una vez afuera, admiro el cubo rojizo. "¿Por qué tanto interés en esta cosa?", pienso. "Debería llevarlo a la policía".

Al intentar correr para alejarme de la biblioteca, miro al cielo y veo una extraña nave gris, inmóvil, flotando varios metros sobre el suelo. De la nave, sujetos con cuerdas, se desprenden más elfos oscuros, que aterrizan muy cerca, a mis espaldas.

-¡Quieta!- me ordena uno de ellos.

Escondo el cubo en la bolsa de mi chamarra antes de girarme.

-¡Danos el Eather!- me dice otro elfo, apuntándome con su arma.

-¡N-no lo tengo! ¡Lo tiene el hombre de capa roja!- digo nerviosa, mientras apunto a la biblioteca.

Los elfos y yo miramos la luz roja que emana del bolsillo de mi chamarra. "¡Maldición!", pienso, y miro al ejercito de elfos.

-¡Atrápenla!- grita uno de ellos. Tres elfos corren hacia mí.

-Ah...- no sé qué decir. Prefiero correr.

La batalla dentro de la biblioteca le es favorable a los Tres Guerreros. Están a punto de vencer a los pocos soldados élficos que se encuentran de pie.

Por su lado Thor, quien le hace frente al elfo monstruoso, pelea a golpes. El monstruo elfo intenta impactar al dios del trueno en el rostro, pero Thor desvía el golpe con su brazo izquierdo; en su mano derecha hace girar al poderoso Mjolnir, su martillo. Con él golpea la cabeza del monstruo elfo, tumbándolo estrepitosamente al suelo. Thor jadea por tan intensa batalla.

En el centro de la biblioteca, Loki combate a Malekith. Con sus serpientes verdosas intenta sujetarlo; con varias dagas busca hacerle daño. Malekith, en plena lucha, nota que la humana que se llevó el Eather no se encuentra en el recinto; ve también cómo el dios del trueno derriba a uno de sus elfos más fuertes.

Por el estruendo que hace el adversario de Thor al caer al suelo, Loki voltea hacia su hermano y sonríe. Después mira a Malekith.

-Hemos ganado, Elfo Maldito- dice Loki, jadeante pero orgulloso. En ese momento, un grito de auxilio se escucha afuera. Ahora es Malekith quien le sonríe a Loki con malicia.

-¿Eso crees?- cuestiona Malekith sonriente. Con el movimiento de una de sus manos invoca su oscura magia para hacer caer un gran estante con libros entre él y su rival. Una vez separado del dios de la Travesura, corre hacia la salida.

En el exterior, yo corro por uno de los pasillos laterales de la biblioteca y grito por ayuda. Sé que todos están ocupados peleando ahí dentro, pero supongo que alguien saldrá a ayudarme. Me detengo y giro para ver si alguien sale del edificio; los elfos oscuros que me persiguen me disparan. Me agacho y corro por otro pasillo externo que llega hasta unas escaleras que suben por fuera a la segunda planta de la biblioteca. A la mitad de las escaleras piso mal y me caigo.

Al rodar escaleras abajo, el cubo del Eather se sale del bolsillo de mi chamarra. Siento mucho dolor en mi cabeza, en mi espalda. Intento levantarme pero me cuesta trabajo. Llegan cinco elfos oscuros al pie de las escaleras, bajan sus armas al verme en el suelo y atestiguan mi fallido intento por levantarme. Uno de ellos se me acerca, sin prisas, cuando con uno de mis brazos intento alcanzar el cubo; el elfo oscuro se inclina y lo toma antes que yo, con una de sus manos. Al levantarlo en lo más alto le escucho decir: "¡Victoria!"

Al interior de la biblioteca, Loki va tras Malekith. Esquiva la batalla de Fandral, el más astuto de los Tres Guerreros, y los cuerpos de los elfos oscuros caídos. Todavía está lejos de la puerta principal. Cuando el líder de los elfos oscuros está por salir, el dios del Engaño crea una serpiente dirigida al pie del Elfo Maldito para detener su andar. Malekith ve la serpiente de reojo y, al cruzar el acceso de la biblioteca, estira uno de sus brazos, gira su muñeca y su magia oscura provoca un derrumbe del techo para bloquear la salida del lugar. La serpiente esmeralda queda aplastada por los escombros.

-¿Y bien?- dice Thor en su caminar hacia Loki.

Loki mira cómo su serpiente se desvanece.

-¿Tenéis el Eather, no?- pregunta Thor, mirando a Loki.

-Ah...- Loki no acierta qué decir. Ve a su hermano, desvía la mirada y la fija en el techo derrumbado.

-Loki- dice Thor seriamente; Loki voltea a verlo- dadme el Eather-. El dios del trueno le extiende uno de sus brazos a su hermano, con la mano abierta.

-Un momento- dice Hogun, el más silente y bravo de los Tres Guerreros. Todos voltean a verlo; Hogun examina el recinto.

-¿Y la doncella?- pregunta intrigado.

-¡Cierto! ¡Ella debe tener el Eather! Hemos de encontrarle...- dice Fandral, al tiempo que saca su espada de un cuerpo elfico caído-...Y verificar si está bien- termina su frase, envainando su acero.

Al pie de la escalera exterior de la biblioteca, los elfos oscuros me han esposado para evitar que contraataque y escape. Al menos mis brazos se encuentran enfrente de mí. Me llevan de regreso al pasillo donde se encuentra la entrada principal de la biblioteca. Veo a Malekith caminar hacia nosotros.

-Lo conseguimos, mi señor- dice un elfo, entregándole el cubo rojizo a Malekith.

Miro la cara de felicidad del líder elfo. Sus ojos brillan al sostener el cubo en una de sus manos. Luego me mira a mí.

-Has sido una gran molestia, pequeña humana- me dice el líder de los elfos oscuros-. Serías un buen trofeo, pero prefiero evitar llevarte en mi nave. Te mataré aquí mismo para mi satisfacción. Para tu satisfacción, dejaré tu cadáver en este, tu despreciable mundo- me dice sonriente.

-¿¿¡¡QUÉ!!??- digo con cara de asombro.

-Trae las naves. Regresamos a Svartalfheim- le ordena Malekith a uno de sus elfos oscuros. Los demás me rodean contra la pared y me apuntan con sus armas. Frente a mí veo brillar el láser rojo que está a punto de salir de una de ellas.


Heredera de AsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora