0

637 85 44
                                    

—¿Y qué pasó? —preguntó la chica interesada con mi historia. La miré unos segundos y suspiré.

—ya no quiero hablar de eso —bajo la mirada a mi café y lo revuelvo un poco con la cuchara. —fue un momento de mi vida que deseo olvidar.

—¿Por qué dices eso? —vuelve a insistir la chica.

—porque aquel día, mi corazón y alma se rompieron, quedó solo caos y dolor, mi mundo se caía a pedazos y no encontraba el pilar que me sostuvo todo ese tiempo, ya no despertaría a mi lado nunca más, ni escucharía su voz, no podría deleitarme con su risa, se fue, dejando atrás solo un trozo de papel y tinta—la observo unos segundos antes de continuar. — pero lo peor de todo, es que aún después de todo este tiempo lo comprendo, aunque, es doloroso admitir que, con él, también se fue mi corazón, dejándome incapaz de amar a otro ser humano.

—¿eso es todo? —preguntó

—Es todo lo que diré sobre Abel.

El secreto de AbelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora