Capítulo 2: Damisela en Peligro

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(Advierto de posibles errores de tipeo, avisar porfi, gracias)

Artemisa Spielberg.

Así es, esta es mi historia. Y por muy raro que suene, la de Selene también. Porque aquí termina la suya.

Tres días.

Tres días pasaron desde aquel incidente con el chico de ojos verdes, por el cual Nathan se puso raro y nervioso, los mismos tres días en los que no he visto a mi novio. Y no me mal interpreten, no soy una novia celópata que no puede dejar de ver a su novio, se respetar su espacio y alejarme cuando necesita estar solo, solo que este no es el caso.

Luego de aquella pequeña conversación con el chico pelinegro, Nathan no cambió su humor, su semblante estaba serio, como si algo le preocupase. Me llevó a casa, lo cual quedaba a unas dos cuadras nada más, sin decir ni una palabra, no quise preguntar en ese momento, pero en algún momento lo haría, un momento que esperaba llegase al día siguiente, sin embargo, no fue así. Me dio un casto beso en la frente junto a un "Te quiero muchísimo Artie, no lo olvides", eso sí fue muy raro, iba a preguntar porque aquellas palabras, pero antes de que pudiera hablar me interrumpió diciendo "Y por favor, por lo que más quieras no hables con él, solo, confía en mí ¿sí?" con una cara de preocupación que juro nunca antes haber visto en él, así que solo asentí con la cabeza mientras tocaba su mano, y él se fue.

La verdad esperaba, aunque sea un mensaje o una llamada de parte de él luego de que se fuera de esa forma, al ver que no fue así quise darle su espacio, y aunque no puedo evitar sentir curiosidad lo dejaré estar por el momento, pero no lo olvidaré.

Sin embargo, aquí estoy, repasando todos los hechos en mi memoria para saber si hubo algo de lo que no me percaté, mientras subo las escaleras.

Ugh, ¿porque son tantas?

Mi día hasta el momento había sido bastante bueno, obtuve una muy buena calificación en mi proyecto, el almuerzo estuvo bastante decente, pero que más se puede pedir de una beca de alimentos. Del chico misterioso aún no se nada ya que al parecer Maia no lo conoce, mi muy detallada descripción de como lucia no le sirvió para reconocerlo, y eso que Maia conoce a casi todos en la universidad, es una chica muy sociable, demasiado para mi gusto, pero así es ella y yo, la adoro. Le conté sobre el accidente y me revisó de pies a cabeza, tal como una madre a su pequeño hijo, pero luego de aclarar que solo tenía unos rapones, se tranquilizó, y también le conté sobre la actitud de Nathan, según ella era solo tiempo para me lo contara, aunque a ella no le cae para nada bien Nathan, es increíble que ayer me dijera eso respecto a él y no un "creo que es motivo suficiente para que lo dejes" como comúnmente lo hace cada vez que le cuento algún problema que se asocie con el rubio.

Y acabo de terminar de subir la escalera hasta nuestro piso, el ascensor está averiado y nos aseguraron que en unos días estaría de vuelta, sin embargo, esto es una tortura ya que vivimos en el pen último piso, dios ¿qué pensamos cuando nos mudamos a piso?

Que no saldría tan caro, Dugh

Ah, pues tienes razón, somos lo bastante flojas como para aceptar uno de los edificios con departamentos lo más cercanos al campus, ya que -como ya mencioné antes- no nos apetecía unirnos a una fraternidad ni hermandad. ¿Se dan cuenta que Hollywood siempre miente? ¡en esas películas nadie de las fraternidades va a sus clases! Solo se preocupan en realizar grandes fiestas, y créanme que me gustan las fiestas, pero también me gustaría tener un título con el cual sea feliz y me ayude a cumplir mis sueños. Así que junto a Maia hicimos este pequeño lugar nos pareció perfecto para concentrarnos en nuestras carreras, aunque, no puedo negar que a veces tenemos nuestros momentos para disfrutar.

El secreto de AbelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora