𝐑𝐎𝐑𝐘 𝐋𝐋𝐎𝐘𝐃 llega a Hogwarts siendo hija de una maga, y un hombre muggle. Su escuela de hechicería y magia es una nueva etapa donde conocerá muchas cosas nuevas, pero en especial a gente nueva. Ya sea de manera positiva o negativa.
Y aunque...
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8. EL EXPRESO DE HOGWARTS
DURANTE el transcurso de la siguiente semana en La Madriguera, Arthur y Percy pasaron la inmensa mayoría del tiempo en el Ministerio. La situación no era en absoluto fácil. Se marchaban cada mañana antes de que se levantara el resto de la familia, y volvían cada noche después de la cena.
Todos estaban en el salón la noche anterior al retorno a Hogwarts. Al día siguiente debían marchar al Expreso de Hogwarts para poder volver a dar otro curso escolar. Rory debía admitir que por una parte, aunque estaba triste de que acabasen esas vacaciones, estaba emocionada por otra por volver al castillo. Empezaba su quinto año allí.
—Vuestro padre no había tenido que ir a la oficina un fin de semana desde los días de Quién-vosotros-sabéis—explicó la señora Weasley a sus hijos—. Lo hacen trabajar demasiado. Si no vuelve pronto se le va a echar a perder la cena.
—Bueno, papá piensa que tiene que compensar de alguna manera el error que cometió el día del partido, ¿no? —repuso Percy—. A decir verdad, fue un poco imprudente al hacer una declaración pública sin contar primero con la autorización del director de su departamento...
—¡No te atreves a culpar a tu padre por lo que escribió esa miserable de Skeeter! —dijo la señora Weasley, estallando de repente.
Rory tenía claro que si hubiese sido Daniel el que hubiera hecho un comentario así ella habría hecho algo al respecto. A pesar de estar molesta por lo que Percy había dicho, sabía que no merecía la pena decirle nada, en especial ella, que tampoco tenía mucha confianza con él.
—Si papá no hubiera dicho nada, la vieja Rita habría escrito que era lamentable que nadie del ministerio informara de nada —intervino Bill, que estaba jugando al ajedrez con Ron—. Rita Skeeter nunca deja bien a nadie. Recuerda que en una ocasión entrevistó a todos los rompedores de maldiciones de Gringotts, y a mí me llamó «gilí del pelo largo».
—¡Qué zo...! —Rory calló al instante al ver que realmente iba a soltar algo así de grosero en voz alta—. Ay, perdón, pensaba que lo estaba pensando y no lo gritaba.
Molly la miró para reprenderla por haber estado a punto de soltar aquello, Rory se encogió avergonzada mientras los demás reían un poco.
—Sí, Rory, eso es Rita Skeeter —afirmó Fred—. Es una zo...
—¡Fred! —chilló Molly—. Juro que si alguno de vosotros, hijo mío o no, dice algo así en esta casa le lavaré la boca con jabón y encima con el que pica.
