𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟕

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37. A FINAL DE CURSO... DRAMA


EL DÍA ERA SOLEADO, los pájaros cantaban, la gente sonreía y hasta el Bosque Prohibido parecía un paraíso ese día. Y es que Rory había terminado su último examen y por fin estaba libre.

Estaba segura de que sacaría un sobresaliente en Defensa Contra las Artes Oscuras gracias a su amigo Harry. De tanto ayudarlo para la tercera prueba, ella había practicado muchos maleficios, ya fuesen de otros años o de futuros cursos.

Y es que Harry estaba muy nervioso porque esa última prueba estaba más cerca que nunca, es decir, al día siguiente. El 24 de junio.

Rory salió directa hacia el jardín de Hogwarts en busca de Susan o de Katie, pues las había visto salir del examen antes que ella. Eso era extraño, pues Susan solía quedarse hasta el final para repasar bien el examen y asegurarse que no había cometido algún error tonto. Pero no había ni rastro de ninguna de las dos.

Cuando llegó hasta la fuente, dando vueltas buscándolas con la mirada, sus ojos dieron con otra persona que no era ninguna de sus dos amigas... pero que la sorprendió de igual manera.

Sergei Koslov.

Sergei estaba haciendo deporte junto con otros amigos de Durmstrang. Como hacía buen tiempo, ahora vestían camisetas de tirantes y pantalones de gimnasia. Unos hacían ejercicios y otros hacían otros diferentes. Sergei en ese momento estaba haciendo flexiones.

Rory se armó de valor y se acercó al chico. Se plantó frente a él y pudo ver que algunos de sus amigos la miraban de reojo y cuchicheaban algo en búlgaro.

—¿Sergei?

Sergei alzó la cabeza en mitad de una flexión y hundió las cejas con sorpresa al verla, pero no cesó de ejercitar.

—¿Necesitas ayuda? —Bromeó ella, intentando romper el hielo.

—Necesito que te marrches —respondió él—. No puedo concentrarrme.

—Auch —murmuró ella.

Sergei la miró una vez más antes de sonreír levemente y levantarse del suelo. Sacudió las palmas de sus manos y después suspiró, analizando a la chica. Rory lo miraba con algo de vergüenza, algo sonrojada.

—Sólo brromeaba.

Rory casi suspiró de alivio. Si Sergei estuviera tan enfadado con ella como para no querer hablar, ella se habría sentido horrible.

𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 𝐄𝐍 𝐇𝐎𝐆𝐖𝐀𝐑𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora