𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟓

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15. LOS CAMPEONES

ESA TARDE, todos fueron a la casa de Hagrid a pasar la tarde junto a él. Al ser tantos, prácticamente no cabían en su pequeña cabaña, pero se las apañaban. Acabaron incluso discutiendo respecto al tema de los elfos domésticos.

Estabas lloviendo de manera suave y resultó agradable estar sentados junto al fuego, escuchando el suave golpeteo de las gotas de lluvia contra los cristales de la ventana. La discusión comenzó cuando Hagrid se negó a afiliarse a la P.E.D.D.O.

—Eso sería jugarles una mala pasada, Hermione —dijo Hagrid gravemente, embotando un grueso hilo amarillo en una enorme aguja de hueso—. Lo de cuidar a los humanos forma parte de su naturaleza. Es lo que les gusta, ¿te das cuenta? Los harías muy desgraciados si los apartaras de su trabajo, y si intentaras pagarles se lo tomarían como un insulto.

Susan y Rory se miraron riendo un poco, pues sabían lo que venía a continuación.

—Pero Harry liberó a Dobby, ¡y él se puso loco de contento! —objetó Hermione—. ¡Y nos han dicho que ahora quiere que le paguen!

Lucy se levantó y se colocó junto a Hermione, dispuesta a apoyar su lucha.

—Eso demuestra perfectamente cómo con ver sus vidas con otra perspectiva los pobres quieren ser libres en seguida —asintió Lu cruzándose de brazos.

Rory bostezó mientras posaba sus piernas en el regazo de Susan, que apoyó sus manos en las piernas de Rory para apoyarse en ellas. Rory sin querer acabó rozando su cabeza con el hombro de Peter, que la miró con desagrado. Ella puso los ojos en blanco murmurando lo infantil que era.

—Sí, bien, en todas partes hay quien se desmadra —siguió diciendo Hagrid—. No niego que haya elfos raros a los que les gustaría ser libres, pero nunca conseguirías convencer a la mayoría. No, nada de eso, chicas.

Hermione, a la que no le hizo ni pizca de gracia la negativa, guardó la caja de las insignias en el bolsillo de la capa. Lucy la miró con tristeza.

—Herms, estoy segura de que si un día vienes conmigo a Hufflepuff y les hablas del tema muchos te apoyarán.

—¿De veras, Lu?

La niña asintió, sonriendo un poco. Hermione también sonrió al escuchar eso y ambas comenzaron a hablar de los elfos y sobre cómo podían ayudarlos poco a poco teniendo en cuenta el poco poder que tenían sobre los magos que manejaban esa esclavitud.

𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 𝐄𝐍 𝐇𝐎𝐆𝐖𝐀𝐑𝐓𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora