𝐑𝐎𝐑𝐘 𝐋𝐋𝐎𝐘𝐃 llega a Hogwarts siendo hija de una maga, y un hombre muggle. Su escuela de hechicería y magia es una nueva etapa donde conocerá muchas cosas nuevas, pero en especial a gente nueva. Ya sea de manera positiva o negativa.
Y aunque...
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24. EL CAMBIO DE TODO
SI HABÍA algo claro, era que el baile de Navidad había cambiado muchas cosas y muchas relaciones.
Rory despertó la mañana del 26 de diciembre con mucho sueño y notó sus ojos pesados. La noche anterior, Koslov le llevó a la sala común y cuando ella entró presenció una escena donde Ron y Hermione discutían a gritos.
Ella subió a su habitación y cuando llegó a su cama lloró sin parar pensando en su discusión con Peter. Pensó en todo lo que se habían confesado y en cómo habría sido todo tan diferente si tan solo él se lo hubiera pedido. Era un completo estúpido.
Lo odiaba.
Cuando se levantó se percató de que en las camas solo estaba Violet Davies durmiendo.
Ella se despertó y echó hacia atrás su pelo mientras notaba que Pumkin, su gato, se subía a su regazo.
—¿Qué pasa, bonito? —Le dijo ella en susurro con voz Melisa, acariciando su pelaje con cuidado.
El gato ronroneó satisfecho y después bajó de su regazo. Rory decidió que debía vestirse y se puso ropa de calle normal porque era un día festivo y no tendrían clases. Acabó poniéndose una sudadera grande de color gris con unos tejanos y dejó su cabello suelto. Todavía tenía algunas ondas por el moño que había llevado la noche anterior.
Recordar el baile le dolía y a la vez le gustaba. Había tenido su primer beso y se había sentido preciosa durante unas horas. Pero entonces Peter lo había estropeado todo.
Y aunque sabía que lo odiaba, era confuso porque a la vez sabía que le quería. Que le gustaba mucho, demasiado.
Pero Koslov era tan dulce... tan atento. Todo lo contrario a Peter. Aunque Peter podía ser muy cariñoso y atento también, además de protector, cuando no discutían. Pero Koslov lo era siempre.
¡Menudo lío!
Rory bajó a la sala común cuando se dio cuenta de que Pumkin le seguía cruzándose entre sus piernas con sigilo y elegancia. Rory rió un poco y decidió tomarlo del lomo y lo subió a sus brazos para evitar que se tropezara o pisarle alguna pata.
Llegó hasta la sala después de bajar las escaleras y se encontró con la sorpresa de que abajo estaban Harry, Ron y Hermione hablando. Ron y Hermione tenían un poco de tensión entre ellos, pero hablaban con normalidad.
