Capitulo 21

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"Tu amor"

Park Jimin

Falta un cuarto para las tres de la tarde. Mi cuerpo parece que ha sido bañado por un terrible aguacero, pero tan solo es el sudor de las abdominales que estoy tratando de marcar. Bebo un poco de agua, recuesto la espalda contra la pared y sonrío al verla.

-¿Duermes así todos los días? -sequé el sudor con una toalla. Ella negó con la cabeza mientras bajaba las esclaeras y caminaba pesadamente hacia mi. -Estoy sudado. -me quejé. Ella sacudió su cabeza, tratando de despertar su mente, ya que parecía que aún se encontraba entre las sábanas.

-Ach, nunca había dormido tanto. -comentó la chica mientras arqueaba y traqueaba un poco su espalda. -Muero del hambre. -me miró avergonzada. Tal parecía que sus pensamientos los había dicho en voz alta.

-Avisaré al mayordomo para que te haga un desayuno-almuerzo. -restregué su cabello un poco y ella se quejó. -Tomaré una ducha y cuando vuelva almorzaremos juntos.

-Vale.

[...]

Un cigarrillo en mi mano mientras manejaba de vuelta a la mansión de Jungkook. Le comentaba a Arnie que no podría ir al local en unos días, pero cuando volviera tendría algo muy importante que decirle. Rogó por que le contara, pero no lo hice. Aún no se daba la oportunidad.

-Desearia tenerte a mi lado más tiempo. Siento que una noche no es suficiente. -abrió la puerta del auto. Habíamos hecho una parada en el parque.

-Cuando desperté no sabía que decirte. -me confesó mientras movía sus pies en el aire. -Estaba muy nerviosa al verte de esa manera.

-¿Cómo? -traté de interrogarla, pero lo que logré fue que se avergonzara aún más de lo que estaba pensando.

-Ya sabes, así sin camisa haciendo ejercicio. -al decir eso sus mejillas se ruborizaron. Las pellizque con delicadeza y me sonrió.

Amaba a esa Arnie que se dejaba llevar por sus pensamientos y decía las cosas de una manera tan relajada. Como si las palabras salieran solas y al mismo tiempo con esa pisca de ino encia y vergüenza característica de ella.

-Quizas sea la vista que tengas cada vez que te levantes. -miré la hoja que cayó del árbol. Corrió por nuestros pies hasta caer dentro del estanque. -Sabes desde que te conocí todo ha sido tan diferente. Vienes y lo cambias todo de mi. -Acaricié sus manos. Ella miró mis ojos y hundí mi mirada en la suya. -Me gusta tu forma de querer. Es muy especial.

-No te he dicho que te quiero Jimin.

-Hay cosas que no hacen falta decir para saber que se sienten. -di dos toques en su nariz. Debía de hacer algunas cosas importantes y Arnie debía de volver ya. -Vamos, ya es hora de que vuelvas a casa.

Parqueo el auto, miro hacia el balcón y puedo ver a alguien, pero no alcanzo identificar muy bien de quien se trata. Arnie aún no baja, se ha mostrado bastante inquieta durante el viaje. Envuelve sus brazos alrededor de sus rodillas y se ve demasiado tierna de esa manera.

Moriría de amor, es muy hermosa.

-¿Cuándo nos volveremos a ver? -soltó ella sin previo aviso. Sonreí. De cierta manera me estaba haciendo saber que le importaba, aunque sea un poco, pero sabía que lo hacía.

-Pensé que habías dicho que no me querías Arnie. No se puede cambiar de opinión tan repentinamente.

-¿¡No he dicho que te quiero Park Jimin!?

-¿Sabes que te estas contradiciendo con tus lindas mejillas de ese color?

-Olvidalo.

Abrió el auto, puso un pie fuera y la sujete del brazo.

-Volveré pronto. -Abrí mi mano y dejé que cayera en la suya eso que le faltaba. -Estas son tus cosas.

Las miró, una sonrisa se dibujó en su rostro y volvió a adentrarse en el auto. Se acercó a mi, dudó en hacerlo, lo pude sentir, pero se tiró en mis brazos.

-No te preocupes Arnie, yo fui el primero en caer, aún no es tiempo de que lo hagas tu también. Te daré todo el tiempo que necesites.

Me miró. Abrazó mi cuello y depositó un pequeño beso en mis labios.

-Quizás el tiempo se este reduciendo cuando estoy contigo. -esta vez ella fue quien guiñó su ojo, soltó una pequeña risita y salió del auto. Antes de entrar a la casa hizo una seña con su mano y fue entonces que entendí que debía de marcharme.

Ella era la única que podía encerrar este corazón salvaje entre las cadenas.

El único amor que podía mejor el desatre de hombre que llegué a ser una vez.

(+18) VENDIDA / JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora