El abrumador e irremediablemente absoluto silencio fue todo lo que recibió a Ann al despertar, casi como si fuese la única persona en La Tierra. Se sentó sobre las blancas y pulcras sábanas que cubrían el colchón de la misma tonalidad; después, miró la pared a unos metros frente suyo.
—Se ha ido... —murmuró, su seca garganta no le permitió más. Se esforzó por no liberar las lágrimas que se acumulaban en sus globos oculares—... Buu se fue para siempre.
Recordaba todo, cada pequeño e imperceptible detalle rondaba una y otra vez por su mente. Su familia y conocidos se aglomeraron a su alrededor cuando los observaron volver, se sintió más aprisionada que nunca. Se encontraba sobre los brazos de su padre, llorando y sufriendo; suplicaba por piedad con su último aliento. Sin embargo, nadie pareció percatarse de que el verdadero dolor que la atacaba se encontraba en su corazón, y no en cada uno de sus huesos rotos. Ver partir a Buu fue más doloroso que cualquier herida. Su cabeza rebotaba ligeramente conforme Goku avanzaba hacia Kamisama en busca de ayuda. En el fondo podía escuchar como Gohan rogaba por su perdón, y le suplicaba mantenerse con vida.
Entonces volvió al presente, se sostuvo la cabeza, clavando la vista en las baldosas de impecable color grisáceo. Ni siquiera fue capaz de percibir el sonido de la puerta siendo abierta, al igual que los pasos de su mellizo, el mismo que tomó asiento en la silla al lado de la cama.
—Ann.
Llamó. Ella lo observó con incredulidad, pues creía que jamás volverían a ser los mismos de antes. Los recuerdos en su memoria no se lo permitían, perdonarlo no era una opción, la dañó demasiado, y subestimó su determinación; aún sabiendo los sentimientos que tenía sobre la relación con su padre. Ann se sintió traicionada por el único hombre en el que alguna vez creyó.
—Gohan.
Respondió, sin saber cuanto tiempo tenía ahí.
—Te debo una disculpa, —acercó su mano hacia la mejilla de su hermana, arrepintiéndose a medio llegar—, a ti y a Majin Buu. —jamás imaginó que escuchar ese nombre le dolería tanto—. Sin ustedes dos, todos estaríamos muertos.
Ann apretó sus labios, no soportaba escucharlo hablar de esa manera después de todo lo ocurrido, no después de que fue catalogada como una guerrera malagradecida y egoísta; no creía poder superar el que Gohan la hiriera con esas palabras.
—Eso ya no importa. —entrelazó sus propias manos en un gesto de incomodidad y desagrado—. Tus palabras no cambiarán nada, así que mejor ahórratelas.
Gohan no pensó bien en sus acciones pasadas y eso lo estaba comiendo vivo, no se comportó como el hermano empático y caritativo que su hermana más necesitó, la hirió sin piedad alguna, y ahora, por su culpa y su incapacidad para comprender los sentimientos de su hermanita, Majin Buu murió. Y con ello, la ciega confianza que Ann le tenía. Se sujetó el pecho con dolor, como si le hubiesen clavado mil y un dagas a la vez.
—Pero Ann, —se apresuró, negándose a la posibilidad de perder la relación que alguna vez hubo entre ambos, tomó deliberadamente las manos de su hermana, brindándole el calor de las suyas—, si queremos arreglar las cosas entre ambos, es necesario que hablemos acerca de ello.
Con la poca fuerza que había en sus músculos, lo apartó de golpe, asqueándose por su contacto. Apretó las perfectamente limpias sábanas entre sus manos, formando puños que le hubiesen gustado clavar en el rostro de su hermano.
—¡Él murió, Gohan!, ¡Majin Buu murió por culpa de ustedes!, ¡murió por mi culpa! —clamó, ignorando que sus pulmones podrían colapsar en cualquier momento debido al repentino esfuerzo. El vacío en su pecho, ¿cómo podría deshacerse de él? Sólo Majin Buu podía llenarlo—. ¿¡Crees que tus ridículos lamentos podrán devolvérmelo!?
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La novia del monstruo [Majin Buu]
FanfictionNi siquiera yo misma sería capaz de explicar cómo es que me metí en esta situación. Sólo sé que soy la única persona en todo el mundo que no debe preocuparse por Majin Buu; porque él está enamorado de mí. 05/01/2019