La novia del monstruo [Majin Buu]

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¡Esos niños definitivamente son una caja de sorpresas!, ¿realizar la fusión y alcanzar el súper saiyajin 3 en un instante?, ¡simplemente asombroso! Sin duda alguna su combate terminará en una inminente victoria. ¡Gotenks tiene cien por ciento de probabilidades de ganar! Sólo basta con observar sus movimientos tan fluidos y ataques poderosos. Aún así, con un próximo combate ganador; evité lo más posible observar a Majin Buu.

Lo sé, él ha causado mucho daño e incluso acabó con los últimos seres humanos después de que quedé inconsciente debido a la patética pelea que mantuve con él. Buu merece pagar, eso es cierto. Pero, ¿por qué es que mi corazón se oprime cada vez que lo escuchó gritar y gemir de dolor?

—¡No hay forma alguna de que Gotenks pierda esta batalla! —exclamó el namekiano con una sonrisa victoriosa en su rostro—. Lo único que faltará será recolectar las esferas del dragón para revivir a los otros. —llegué a aborrecer sus palabras. Está mal, lo sé y eso sólo me causa más molestia. Sin embargo, no puedo fingir que lo superé de repente. Yo aún siento algo por él—.

Aunque, eso no quiere decir que me pondré de su lado. ¡Quiero hacerlo!, pero no puedo. Quiero protegerlo, pero no debo. Sólo debo permanecer aquí, haciendo que Buu se cuestione el porqué no voy en su auxilio; confundido ante mi mirada distante de la suya. Ojalá puedas perdonarme, Buu.

Retrocedí débilmente con la mirada en mis propios zapatos. ¿Buu me odiara después de esto? Tal vez no debería preocuparme mucho por eso, después de todo morirá en manos de mi hermano... Ahora que lo recuerdo ese era mi trabajo. Suspiré antes de girarme sobre mis propios talones, en busca de distracción me decidí a observar la gran ciudad que Buu destruyó, al igual que muchas otras. Sonreí ante el recuerdo de nuestro primer encuentro; nos buscábamos el uno al otro y de la misma manera nos encontramos. Yo temía, mientras que él parecía estar viviendo una inmensa felicidad. ¿Buu estuvo tan confiado en que lograría ganarse mi cariño? Vaya que era más de lo que parecía.

—Piccolo... —se giró ante mi llamado, observándome en la espera de las siguientes palabras—... Después de derrotar a Buu, ¿qué será lo siguiente? —interrogue con esperanza—. ¿Él volverá algún día? —dirigí mi vista hacia él, quién me observaba estupefacto—. O, ¿sólo nos quedará sentarnos a esperar al siguiente enemigo?

Piccolo frunció el ceño antes de responderme con cierto tono de molestia. ¿Se habrá dado cuenta de mis sentimientos?

—No sé que demonios estás esperando que te responda. —confesó—. ¡Venceremos a Majin Buu y esto terminará! Él no volverá. —apreté mis puños ante tal afirmación. Quiero que todo termine, pero no que Buu muera—. Pero si tantas ganas tienes de pensar, —me arrojó un objeto metálico que apenas logré atrapar. El radar del dragón—, puedes hacerlo mientras buscas las esferas. —acto siguiente, se giró de vuelta a la pelea—. Ahora vete, yo me quedaré aquí.

Apreté mi mano libre y lo miré con coraje mientras él volvía su rostro a cosas más importantes; la pelea de Gotenks. Coloqué ese objeto tan importante en el bolsillo de mi pantalón. Estaba un poco celosa de la atención que mi hermanito recibía, pero sin duda alguna esa no fue la razón por la que intenté correr hacia él y alejarlo de Majin Buu.