Por favor... Ámame. [Mikasa x Tu] ~Yuri~

;;¿Celosa?

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U

n espejo frente a mi que me deja ver qué una niña yo soy, me siento dormida porque mi cuello sangrante está. Padre está tirado en el suelo, tiene un cuchillo incrustado detrás de su cabeza y que sale por su boca.

Lo último que veo antes de caer al suelo dormida, es la mirada del pequeño Yefrem pegada a mis ojos, aterrorizado está, mientras se aferraba a una caja de madera, susurrando algo que no logro oír. —Lo siento... —logré leer sus labios. Pero ¿Porqué lo sientes hermano?

Cerré los ojos y desperté, de forma tranquila, como si tan solo hubiese reproducido un viejo recuerdo el cual había olvidado.

Miré hacia los lados y me encontré con Krista completamente dormida. Un año ya había pasado, todavía siento que fue ayer que estaba haciendo las pruebas para no irme de aquí el primer día.

Bajé de la cama y salí de la cabaña, hacía calor, demasiado diría yo. Me adentré dentro del bosque y me senté al borde del acantilado, la escasa luz producida por la luna me dejaba ver aquel lago a lo lejos. —¿No crees que es raro quedarte ahí parado viéndome? —Dije de forma intuitiva al sentir la sensación de una mirada en mi nuca.

—Pues no mas raro que despertarse todos los días a las cinco de la mañana y venir siempre al mismo lugar sin falta. —Respondió una voz femenina la cual reconocí de inmediato acompañada de los pasos que iban a acercándose.

—Ya te dije que es mi horario de sueño, y lo de venir aquí es simplemente porque no tengo nada que hacer, Mikasa. —reproché de mal humor viendo cómo se sentaba a mi lado.

-[ • Narrador • ]-

Algo en la cabeza de ______ se dio cuenta de algo en ese momento. —¿Como sabes que vengo todos los días? Que yo sepa solo haz venido conmigo unas cinco o seis veces. —hubo un gran silenció y confusión de parte de la ojiazul. —¿Mikasa?

—¿Sabes que comeremos hoy? —preguntó intentando cambiar de tema de forma indiferente.

—Mikasa ¿Como sabes que vengo aquí todos los días? —preguntó de forma insistente, estaba a punto de decirle pero alguien interrumpió.

—¡Niña, ya sé que estás por ahí, ven! —llamó la voz de su instructor a lo lejos, «¿era hoy? —Se preguntó _______ en pensamientos. —Ya que.»

—Tengo que irme, te veo en algunas horas. —se despidió mientras se levantaba.

—Hasta luego. —se despidió, apenas está salió de su rango de vista frunció el entrecejo, recientemente esta estaba teniendo un olor diferente: un olor a feromonas alpha que no eran suyas si no de otro o otra alpha, por alguna razón eso le hacía enojar.

[Explicación: Las feromonas son sustancias químicas secretadas por los seres vivos, con el fin de provocar comportamientos específicos en otros individuos de la misma especie. Son un medio de transmisión de señales que pueden ser tanto volátiles como no volátiles.
Algunas veces los alphas dejan estás sobre los omegas en una forma de marcar territorio.]

[ • • • ]

—¡Vete a la mierda! —gritó tirada en el suelo enseñándole el dedo del medio a la rubia que se encontraba frente a ella, llevaba intentando vencer a Annie algunos meses y todos sus intentos habían acabado en fracaso absoluto.