☆Sᥱʋᥱᥒ Dᥲყ⳽☆ | 𝙹𝙰𝚈𝚆𝙾𝙽 (Enhypen) /TERMINADA

viernes

─Hoy tampoco podré verte, lo siento.

Directo, Jay saludo a JungWon con frialdad en cuanto ambos estuvieron e el salón del mayor, usual escenario para dar inicio a sus citas semanales.

Pese al metafórico tirón de orejas que le habían dado sus compañeros de banda, a Jay le urgía mantener una conversación con SeungYeob, más que una salida que podría tener en cualquier otro momento con JungWon. Necesitaba llegar a la verdad, para saber si es que realmente lo quería tener nuevamente como novio, porque de ser así, no dudaría en aceptar.

En ese momento, li que su cuerpo más le pedía era afecto, no de sus amigos ni familiares, sino de alguien a quien pudiese llamar pareja. Y puede que JungWon le guste, pero no lo conocía tanto como conocía a SeungYeob.

─Oh....Okay.

La devastación en el rostro del menor era tan evidente que Jay se sintió peor de lo que creyó que se sentiría. Sus grandes ojitos se mostraban llenos de brillo, indicador de que las lagrimas se comenzaban a acumular en ellos, y sus bonitos labios se fundieron con fuerza, señal que completamentaba lo anterior.

Jamás creyó que vería al sereno JungWon así.

─Tengo una conversación pendiente con un viejo amigo...─ explico, buscando arreglar un poco las cosas, aunque su cita ya no parecía prestarle atención a nada que no fuese contener las lagrimas ─Perdóname, se que no puedo haber tenido un peor manejo del tiempo, pero justo apareció y...

─Descuida, Jay─ interrumpió JungWon, tras esforzar una sonrisa ─E somos una cita, tienes derecho a estar ocupado, y yo tengo tareas que completar de todos modos. Disculpa, no se por que me puse así.

Le sorprendía la madurez que tenía para manejar las cosas, en especial siendo un año menor. Aún así, la nebulosa que rodeaba a su personaje le hacía imposible ponerse totalmente de su lado y olvidar la advertencia, confirmada por el mismo.

─Gracias por entender ─ pero igual me siento fatal, le hubiese gustado agregar ─¿Te veo mañana?

─Claro, en taekwondo.

─Si...─ suspiro, otorgandkse fuerzas para sonreír ─Te llevare a dar un paseo después de la clase, para hablar y aprovechar al máximo lo último de la semana, ¿está bien?

─Esta bien.

Tras una breve y distante despedida, JungWon dejó a Jay completamente solo en el aula. Se convirtió,entonces, en el espacio perfecto para que desahogarse un suspiro que ko se había dado cuenta de qu ehabis estado conteniendo.

[...]

Apenas llegó al café indicado por SeungYeob, la nostalgia se apoderó del cuerpo de Jay. A pesar del bajo ánimo que cargaba consigo desde que salii de la escuela, era imposible que noble recuerde a las infinitas tardes en las que compartía una buena bebida caliente y una buena conversación con su entonces novio, aquellas tardes que se fusionan con la noche, las que anhelada cada semana.

Nuevamente, las ganad de llorar se hicieron presentes, por un motivo distinto, pero las devolvió adentro suyo, mostrándose fuerte.

Cuando entró al local, SungYeob ya lo esperaba allí dentro. Le ofreció una cálida sonrisa antes de levantarse del sofá que había escogido, aparentemente dispuesto a darle un abrazo, pero se contuvo antes de hacerlo.

─Cuánto tiempo, Jay...─ presionó sus labios, meditando un instantes antes de saludarlo con un sencillo movimiento de cabeza ─Estas igualito.

─¿Eso es bueno?─ río el menor, sonriendo como saludo antes de tomar asiento ─En tu caso, si se nota que has entrado s la universidad.

SeungYeob tomo asiente al frente, inmediatamente poniéndose a jugar con sus manos, visiblemente nervioso. A Jay le pareció tierno que se sienta algo tímido, así que no tardo en buscar retomar lo que había sido de sus vidas. Como en los viejos tiempos, conversaron de cualquier tema que se les viniese a la mente en el momento, siempre cuidando de evitar la cuestión precisa de su relación.

Hasta que DeungYeob no se contuvo a cambiar eso.

─Ah... Me alegra saber que ya no me odias, ¿sabes?

Escalar de los temas banales le devolvió el gris a los sentimientos que cargaba Jay.

─No puedo odiarte, SeungYeob... Aunque quisiera hacerlo, hemos compartido muchas cosas juntos, y...si, supongo que aún te tengo cariño.

─Jay...─ Pasó un instante ─Eso significa que me crees, ¿cierto?

Por primera vez desde que llegaron, el peso del silencio realmente cayó sobre el escolar.

─Sabes que no suelo pensar mal de las personas, pero este chico...

─JungWon no es así ─ cortó, sin poder evitar defenderlo ─ Esta en taekwondo conmigo, sabe que la defensa es mejor que el ataque, y realmente no parece el tipi de chico que sea como lo describiste.

─No se, ya te dije que ko quiero que el. .

─¿Me haga daño?─ La mirada del menor se tornó aún más pesada, los fantasmas del pasado regresando a perseguirlo ─Creo que ambos sabemos que no estás en la mejor posición para decir eso.

─Pero yo nunca...

─Fuiste mi primer novio, SeungYeob. Yo te quería mucho, y por eso dolió tanto cuando me enteré de lo que hiciste....¡Confié en ti!

El mayor exhaló una gran bocanada de aire contenida, cerrando los ojos en unbintebto por tranquilizarse. Jay lo veía arrepentido, o al menos era como deseaba lagrimas que le daban una visión sesgada. No le gustaba la idea de quedarse sin ninguno de los dos.

─Aún te quiero, y yo...─ Respiró profundo, tomándose unos segundos para secar sus mejillas y esbozar una sonrisa ─Creo que podría alejarme de JungWon al terminar esta semana si es que tu regresaras a mi vida.

El mayor se mantuvo en silencio por un instante, dejándolo con la ansiedad picando.

─Bueno, si esa es la única manera de que estés a salvo...─ respondió, inseguro ─Pero regresar como am-

Antes de que pueda siquiera objetar correctamente, Jay ya se había estirado por encima de la mesa, para atrapar sus labios entre los suyos, en un breve pero satisfactorio beso.

Alejándose con lo que debería der una brillante sonrisa, el castaño escondió su rostro entre sus manos, sonrojado por la vergüenza y la emoción de tener a su primer amor de vuelta.
Para que le haya enviado esos mensajes avisando le sobre el peligro que significaba seguir con JungWon, debía estar arrepentido por lo que le había hecho, aún debía quererlo en su vida, y aún podía esperar un año más para hacerle el amor por primera vez...

¿Cierto?

─Jay, yo...

─¡Yo te perdono! ─ Exclamó este, emocionado ─ Espera, espera voy a comprar chocolate para ambos, ¡ya vuelvo!

Al correr hacia el mostrador del café, Jay dejó atrás a un desconcertado SeungYeob, quien ni siquiera había terminado de dar su respuesta. Entonces, pese a que el castaño adecuado no estaba presente, tomó las mochilas de ambos para detenerlo mientras aún podía, murmurando dicha respuesta entre sus labios.

─Yo ya estoy con alguien más...