Reencuentro/Clexa/Elycia (Terminada)

Capítulo 28

He de decir, que en dos capítulos (a lo máximo) terminaré esta historia. Espero que el final no quede muy forzado, pero creo que tras tanto tiempo con esta historia en desarrollo es momento de darle un final y así poder comenzar con nuevos proyectos que tengo en mente pero que no he querido comenzar. Después de esto, os dejo el capítulo a continuación...

Eliza miraba hacia todos lados, intentando ver mínimamente algo, pero por lo que parecía se encontraba en un sótano o algo parecido, porque no había ninguna entrada de luz. Intentó nuevamente, en vano, desatarse las manos pero la cuerda estaba muy bien atada y le había provocando rozaduras que ya comenzaban a dolerle. Soltó algunos sollozos mientras intentaba no echarse a llorar. No podía creer que le estuviese pasando eso, si tan sólo hubiera confiado en Alycia...

***Unas horas antes***

-¡Aquí! 

-Al fin te encuentro -rio la rubia-. Con tanta gente no te veía, ¿llevas mucho tiempo esperando?

- ¡Qué va! No te preocupes -cogió el casco que Eliza le tendía para colocarlo debajo de la mesa-. Parece que tu prima a decidido convertir la cafetería en discoteca los sábados noche.

-Y por lo que veo está triunfando -Harper había acondicionado el local de al lado y abría esa zona como una pista de baile, con un pequeño escenario y dos barras a ambos lados para servir copas, mientras que la zona de la cafetería se convertía en reservados.

-¿Cómo va por aquí? -su prima le puso las manos en los hombros.

-¡Genial! ¿Podrías traerme una cerveza? -puso un puchero al ver el ceño fruncido de la chica, quien terminó suspirando y asintiéndole con la cabeza antes de perderse hacia la barra. Nylah comenzó a reirse.

-Con esa carita consigues lo que quieras -le cogió de las mejillas, apretándoselas hasta que su boca parecía un pez. La chica se sonrojó. Sus rostros quedaron muy cerca, y al contrario de lo que solía ocurrir en estas ocasiones, Eliza no se encontró incómoda por la cercanía de la otra chica, si no todo lo contrario-. Por cierto, sé que hace tiempo que no hablamos de este tema, pero he estado ahorrando un poco y sólo necesitaría una pequeña ayuda para conseguir expandir mi negocio.

-¡Oh! Es cierto, se me había olvidado por completo, lo siento -se llevó la mano al pelo-. ¿Cuánto necesitarías?

A Nylah se le iluminaron los ojos y la rubia no pudo evitar sentirse feliz al ver a la otra chica así. Nunca alardeaba del dinero que poseía, pero le encantaba poder ayudar a sus amigos.

-¿En serio? -le cogió las manos a la chica que asentía-. Muchísimas gracias, te juro que te devolveré lo que me prestes.

-Jajajaja, no hace falta, sólo quiero que me prometas una cosa -prosiguió al ver la cara de curiosidad-. Quiero que disfrutes de tu negocio y que des el 100% para conseguir tus sueños.

-¡Por supuesto! Te lo prometo -abrazó a la ojiazul. "Si realmente supieras cuál es el negocio y su fin..."

-Tienes una sonrisa rara.

-¿Eh? Ah, no es nada, es que aún estoy intentando asimilarlo.

La noche continuó sin ningún problema, a las 12 subió una banda al escenario lo que creó que aún más gente se dirigiera a la pista de baile para darlo todo. Los exámenes de la universidad había llegado a su fin y se notaba la cantidad de universitarios que salían por la noche para celebrarlo. 

Eliza no había parado de mirar hacia la barra con la esperanza de ver a la chica de ojos verdes, pero por desgracia parecía que no se había dejado caer por allí esa noche. Pensó en preguntarle a su prima, pero creyó que parecería un poco desesperado, aunque fuera ella la que le pidió un poco de tiempo. Recordó la conversación con Alycia hace un par de días atrás...