Capítulo 16

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-¿Alycia? -Marie pronunció su nombre en un susurro- ¿Qué haces aquí?

-¿Podría pasar? -la morena asintió mientras se echaba hacia un lado haciendo Alycia entrara en su apartamento, para quedarse de pie en medio del salón.

-Bonita casa, no sabía que vivieras aquí.

-Vaya... gracias, ¿quieres tomar algo?

-No, muchas gracias. Supongo que te preguntarás que hago aquí a estas horas de la noche -Marie asintió mientras se sentaba en el sofá y con un ligero movimiento de cabeza le indicó a Alycia que se sentara a su lado. Se giraron para quedar una enfrente de la otra.

-Bien... ¿te acuerdas de Nylah? Esa que vivía al final de nuestra calle, que era morena y nos caía muy mal porque siempre nos quitaba las cosas.

-¿La que vivía con sus abuelos porque sus padres nunca estaban en casa? -Alycia asintió-. ¿Qué pasa con ella?

-Esta mañana me llamó la policía antidrogas diciéndome que la misma banda para la que trabajaba -tragó saliva y respiró hondo antes de continuar- mi exnovia, había vuelto a las calles y que tenían a un nuevo cabecilla, si se puede decir así, Nylah Hamilton. Es peligrosa y dicen que está por esta zona.

-¿Por qué me cuentas esto a mí? -preguntó extrañada Marie- ¿y por qué sabes estas cosas? ¿Exnovia?

Alycia le tapó la boca con la mano impidiéndole que continuara con las preguntas, las cuales salían de una forma precipitada.

-De una en una, por favor.

-Bien... lo primero, ¿por qué sabes estas cosas?

-Bueno... lo sabe nadie, excepto unos compañeros de la facultad y ahora tú. Cuando mi exnovia fue asesinada en su apartamento y no encontraron al culpable, comencé a investigar por mi cuenta por las noches, hasta que un día el Servicio Secreto de la policía me pilló, pasé dos días en la comisaría -Alycia rio al recordar eso-. El detective Morley, quién se encargaba en ese momento del caso y estaba en el Servicio Secreto, me hizo unas preguntas y me ofreció a unirme a ellos con la condición de que nadie debería saberlo y debía anteponer todas las "misiones" a mi vida personal, al menos hasta que ascendiera unos puestos. Entonces me llamaron esta mañana al enterarse de esa información, por eso no pude ir a desayunar con vosotras.

Marie se quedó pensativa, nunca habrá imaginado a su amiga metida en ninguna organización como aquella, pero su amor por aquella chica hizo que se adentrara a un mundo desconocido para ella con la intención de descubrir la verdad. Sonrió por el valor que tenía.

-¿Pero por qué me lo cuentas a mí?

-Porque... porque... -se quedó pensativa, tenía razón, ¿por qué se lo contaba a Marie antes que a Lindsey?-, no quiero que te pase nada.

Marie la miró a los ojos y vio claramente sus verdaderas intenciones.

-Sé que en el fondo no quieres que me pase nada, pero realmente es porque sabes que yo estaré con Eliza y quieres protegerla, pero no sabes como ya que estáis peleadas -Alycia se sonrojó y desvió la mirada a sus manos, con las cuales jugaba en un acto de nerviosismo-. La sigues queriendo, ¿verdad?

Alycia asintió tímidamente, pero rápidamente negó.

-No... no lo sé, ella... me ha hecho mucho daño, demasiado. Además tiene pareja, no voy a meterme por medio.

-¿Bob? -Marie comenzó a reírse-, se quieren, o eso supongo pero los sentimientos de Eliza por él, no son verdaderos.

-No le cuentes esto a nadie. Prométemelo, no solo pones en riesgo mi posición y mi vida si no que la tuya también.

-Te lo prometo -se acercó y la abrazó. Alycia se lo devolvió inmediatamente.

***

Eliza escuchó como la puerta de su apartamento se cerraba, y alguien dejaba sus cosas en el suelo. Llevaba esperándolo más de dos horas, dos horas dónde había estado pensando que hacer, le daría la oportunidad de explicarse pero definitivamente no se iba a quedar con él. Así que comenzó a hacer las maletas, en ese momento estaba terminando de cerrar una de ellas.

-Hola, cariño. ¿Qué estás haciendo? -preguntó al ver todas sus cosas fuera del armario y las maletas en la habitación. Se acercó a ella.

-Ni se te ocurra dar un paso más -notó por su voz que había estado llorando.

-¿Qué pasa?

-Dímelo tú -al ver que no sabía de lo que estaba hablando y eso la enfadó más si es que era posible-, ¿qué tal con la morena de anoche?

Dijo imitando la voz de su amigo. Esperaba que se lo negara y que había sido todo una broma, pero su cara demostraba todo lo contrario, como un niño que a roto algo y ha sido pillado. Los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas. Se giró y terminó de cerrar la puerta.

-Pensaba que me lo negarías, que había sido un malentendido, pero ya veo que no. Se acabó.

-Eli... cariño -le puso las manos en lo hombros. Pero ella se sacudió y lo empujó.

-Ni se te ocurra volver a tocarme, nunca. Sabías lo que había pasado con Thomas y vas y me haces lo mismo. Lo nuestro se acabó.

Salió del piso para bajar algunas maletas, a los pocos segundos volvió a coger su bolsa de deporte. Bob se encontraba sentado en la cama con las manos en la cabeza y sollozando.

-Entiéndeme... pasas tiempo en la facultad y últimamente parecía que no tenías tiempo para mí y...

-Eso no te da derecho ha hacer lo que has hecho -gritó furiosa-, ¡porque no estuviera para ti todas las noches abierta de piernas no significa que te tengas que ir de putas!

Bob se levantó y le dio un empujón haciendo que su espalda chocara contra la pared dejándola sin respiración durante unos segundos. Le atizó un puñetazo en la cabeza haciendo que comenzara a sentir su propia sangre.

-¡No puedes dejarme! -Bob gritaba como un loco mientras continuaba pegando a Eliza, finalmete comenzó a llorar dejándose caer a un lado.

Eliza como pudo se levantó o casi arrastró hasta la puerta. Se levantó mareada y bajó para montarse en el taxi. Finalmente consiguió llegar hasta la casa de Marie. Había sido complicado ya que el conductor no paraba de decirle que debería ir a un hospital, pero ella se negaba diciendo que no estaba tan mal. Estaba frente a la puerta de su amiga, cuando comenzó a marearse otra vez. Llamó con la pocas fuerzas que le quedaban.

***

-¿Entonces eres espía? -preguntó divertida Marie.

-Se podría decir que si.

Escucharon unos fuertes porrazos en la puerta.

-¿Esperas a alguien?

-No...

Se acercaron las dos, pero Alycia echó hacia atrás a la morena. Se acercó a la mirilla.

-¡Eliza!

No me malinterpreten por la actitud de Bob, sé que no es así, pero debía ponerlo de esta forma en esta historia. Bueno he vuelto a tener exámenes y poco tiempo y muuuy poca inspiración. Y puedo parecer pesada pero muchas gracias por las mas de 13K de visitas de verdad, no pensaba que podría gustar esta historia, ya que al principio iba a ser un One-shot. Y... otra vez gracias a celiafirefly porque si no no actualizaria nunca 😅😅







Reencuentro/Clexa/Elycia (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora