Reencuentro/Clexa/Elycia (Terminada)

Capítulo 24

Sé que llevo muchísimo tiempo sin publicar un capítulo (dos años aproximadamente) y de verdad que lo siento, pero no he tenido ni inspiración ni tiempo para ello. Es verdad que he tenido otras ideas para otras historias, de hecho tengo una comenzada de Clexa y otra en mente de Wayhaught. Espero poder actualizar la próxima semana.

Y sobretodo muchas gracias a aquellas oersonas que han seguido leyendola y esperando a que yo actualizara.

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A las once en punto de la noche Nylah estacionaba su moto delante de la casa de los Taylor. Apagó el motor y se acercó a la puerta. Cuando estaba por llamar esta se abrió dando paso a una rubia con un vestido que se ceñía a su cuerpo para en la zona de la cintura dejarse caer formando unos graciosos volantes.

-¡Uau...! Te ves preciosa- Nylah sonrió de lado, haciendo que Eliza se sonrojase. En ese mismo instante se le nubló levemente la vista y se llevó las manos a la cabeza.
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-¿Clarke? - escuchó decir. Abrió los ojos y se miró la mano, estaba borrosa. Y su pelo estaba mucho más largo que apenas unos segundos, además era de color... ¿Rojo? Alzó la vista y vio a Nylah sonriendole desde los pies de la cama.
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- ¡Eliza! - volvió a pestañear y su vista se volvió nítida nuevamente, para ver a Nylah moviendo su mano delante de ella. - ¿Estás bien?

- Sí, lo siento, me he quedado un poco abrumada, pero estoy bien.

- Genial, toma- le tendió un casco, pero al ver su cara añadió-, ¿nunca te has montado en una moto?

- No... - respondió tímidamente.

- Bueno, pues seré tu primera vez - guiñandole el ojo se puso su casco y se subió-. Bueno sube, coloca el pie ahí y apoyate en mí para impulsarte.

Eliza hizo lo que Nylah le indicó, se acomodó y cuando arrancó no pudo evitar aferrarse a su cintura con fuerza. Nylah esbozó una sonrisa y se dirigió al bar de Harper.

[Alycia]

- ¡Hey! - un chico de unos 25 años golpeó con fuerza la barra- Dos chupitos por aqui, preciosa. Uno para ti y otro para mí.

Alycia lo miró y se forzó a esbozar una sonrisa, odiaba a los chicos que la trataban así.

- Mejor que no, chaval.

- ¡Venga nena! No te hagas la dificil, se que te gusto, has estado mirándome durante un buen rato.

- A ti, ¿dices? -se inclinó sobre la barra y con una sonrisa le susurró al oído-. Miro a esa despampanante rubia que hay detrás de ti. Lo siento chico, no me va lo que tienes entre tus piernas.

Cogió un vaso de chupito y lo llenó.

- Toma, invita la casa- riéndose se dio la vuelta para dirigirse al lado opuesto y atender a más clientes. Ese día el bar estaba lleno, la fiesta que daban ese día se había extendido más allá del campus universitario. La noche continuó normal, hasta que la vio. A Eliza llevando ese vestido que le quedaba de infarto. Se quedó tan pasmada que el hombre al que estaba atendiendo tuvo que gritarle y golpear la barra para que se volviese a centrar.
Nada más terminar de servirle las copas, salió de la barra, diciéndole a Harper que se tomaba unos minutos de descanso.
Volvió a buscarla entre todas aquellas personas que bailaban unas con otras, conociéndose o no, eso por un momento no importaba y exactamente por esa razón Alycia amaba las fiestas. Y entonces al cambiar de canción la vio, hablando con una chica rubia un poco más alta que ella, no pudo verle la cara ya que esta le daba la espalda, pero vio como se acercaba a Eliza para susurrarle algo, haciéndola reir. La cata de la morena se transformó en una mueca totalmente. La rubia desconocida se levantó y se dirigió a la barra, entonces sus miradas conectaron. En ese instante Eliza le sonrió y ella cambió su mueca por una sonrisa un poco forzada. Realmente no podia creer que sintiera celos de una desconocida y más aún, si Eliza y ella no eran nada... Formal y oficialmente no.