Dos días después estaba exhausta, y me cansaba hasta respirar. Necesitaba un descanso urgente y deseaba con entusiasmo que llegara el fin de semana. Sabía que el fin de semana se iría tan rápido como una bala, pero bueno.
Al fin y al cabo, ya sólo quedaba un día para que fuera viernes, y esperaba que las horas restantes se pasaran rápido.
Salí de mi última clase del día con Sara, la chica del otro día. Al pisar el césped del campus el sol nos dio de lleno. Me tapé la cara con una mano y a causa de eso choqué con alguien. Levanté la vista y vi a Kyle sonriendo.
—Ya decía yo que llevabas mucho tiempo sin chocarte con nadie —se mofó.
Yo reí.
—Ya se que me quieres pero no hace falta que me acoses y prepares nuestros encuentros.
—Mierda, me has pillado. Tendré que fingir mejor —sacudió su cabeza y se fue sonriendo.
Me giré a Sara de nuevo, que me miraba con una media sonrisa y con la ceja alzada. Yo fruncí el ceño.
—¿Qué pasa? —pregunté, curiosa.
—Creo que te has olvidado de contarme algunas cosas.
—No, yo creo que no —reí.
—Oh, vamos. Creo que hay un poco de tonteo entre vosotros.
—¿Con Jeremy? —cuestioné— Es simplemente mi amigo.
—No, Abby —hizo una pausa—. Hablo de Kyle.
—¿Kyle? ¿Qué pasa con el?
—¡Abby! —gruñó, frustrada— Que parece que no os va tan mal como pensaba. Quizás le has cambiado.
Se quedó seria, mirándome a los ojos. Luego, las dos comenzamos a reír.
—Tranquila, sólo hemos hecho una especie de tregua. Yo le enseño alemán y el se comporta bien conmigo.
—De momento me lo creeré.
Su piel morena contrastaba con la camiseta blanca que llevaba debajo de la chaqueta. A lo lejos vi a Scott, el amor "platónico" de Sara. Ella parecía estar ciega, ya que no se daba cuenta de las miradas que le lanzaba muchas veces el susodicho. A veces me preguntaba por qué hacían tan difícil las cosas. Si os gustáis ¿por qué no estáis juntos?
Supongo que el amor te atonta.
—Oye, ¿y tú qué tal con Scott?
Ella suspiró y se pasó la mano por la frente, mientras que con la otra sujetaba el tirante de su bolso.
—No me habla nunca, y siempre que le miro está mirando hacia otro lado, o peor, hablando con otras chicas.
—Bueno, parece que ahora te está mirando —dije mirando disimuladamente -lo más disimulada que pude, lo juro- hacia el.
Ella se giró para verlo y justamente el volvió su cara para que no le pillaran mirándola. Contuve una carcajada.
—¿Ves?
Ella sonrió a medias, pero luego borró la sonrisa negando con la cabeza.
—Estaría mirando hacia aquí porque sí.
—¡Ahora tu me frustras a mi! —exclamé en broma— Acércate o algo, habla con el, a lo mejor es tímido.
—Pero yo también soy tímida —dijo.
Yo empecé a reír.
—Claro, tu tímida y yo Obama.
De un momento a otro unas manos me taparon los ojos desde detrás, y yo casi me tiro al suelo del susto. Me giré, destapándome los ojos y vi a Violet sonriendo, sacándo cuatro papeles de su bolso.
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Mi mitad imprevista. [#Wattys2015]
HumorHabía sido engañada y humillada por culpa de ese inútil al que llamaba novio, y ahora Abigail Richter no quería saber nada de los hombres. Eran todos unos idiotas, y lo confirma cuando conoce al hermano de su amiga Violet Boix, un chico al que no le...