Capítulo 4.

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Para la semana siguiente, ya tenía mi agenda abarrotada de exámenes que hacer y trabajos que entregar. Prácticamente, sólo salía de la habitación para comer, ir al baño y por supuesto para ir a la universidad y cargarme con más trabajos todavía.

Si salía de la habitación en mal momento, cuando tenía un rato libre, tenía que volver a entrar por que pillaba en una situación vergonzosa a cualquiera de los dos hermanos Boix. El otro día, casi pillo a Kyle y a una chica montándoselo en el sofá, cuando bajaba a ver la tele un rato. No hace falta decir que en ese sofá no me he sentado mas desde entonces. Y hace unos minutos he tenido que ir a llamarles la atención a Violet y Axel para que bajaran el volumen.

¡Por Dios, en esta casa todo el mundo pilla menos yo! Creo que lo de Violet y Axel ya es un problema, por que no pueden tener las manos alejadas el uno del otro.

Alejé mi mirada de los apuntes sobre la Metodología del Derecho y me froté los ojos. Creo que estaba empezando a ver arco iris a causa de no separar la vista de las letras. Bajé justo cuando Violet avisó de que la cena estaba lista.

Abrí la puerta chocándome con Kyle, que salía del baño. Gruñí por lo molesto que era. Había estado estos últimos días recordándome el infierno que iba a pasar estando en la misma universidad que el, mientras que yo le recordaba que tenía más de 20 años, y no 5. Por desgracia, el estudiaba la misma carrera que yo, derecho, lo cual significaba que lo tenía que aguantar en algunas clases. Él tenía un año más de carrera, pero aún así él venía con su grupo de estudio a alguna de mis clases a exponer algo, o simplemente me lo encontraba en la biblioteca cuando iba a estudiar con mis compañeros. 

Me dejé caer en la silla con un estruendo. Miré a Violet justo en frente de mi, con una sonrisa en la cara. Claro, ella no se tiene de por que preocupar, ya que le gusta lo que estudia y disfruta haciéndolo. Mientras tanto yo, me paso la vida amargada estudiando derecho. Podría haber elegido otra carrera pero...

—Abby, últimamente estas pero a la vez no. ¿Como te están yendo los exámenes?—me preguntó Violet. Sonreí.

¿Para qué tener una madre si tienes a una Violet Boix? Ella siempre se ha preocupado por mi, y claro, yo por ella.

—Entre leyes y estatutos mi cabeza va a separarse de mi cuerpo —suspiré— Menos mal que hoy hago el exámen de lo que peor se me da, así me lo quito de encima. 

—¿Y te lo sabes? —preguntó esta vez Kyle. 

—Sí, y me sorprende —el asintió. Era la primera vez que hablábamos sin miradas mortales o bromas de por medio. 

—Eso está bien —él dijo.

Yo reí por lo bajo. Era un poco absurda la conversación pero era la conversación más normal que había tenido con el hasta ahora. No me quejo. 

Cuando terminamos de cenar, me dejé un poco de espacio y tiempo para respirar tranquila y relajarme antes del exámen de mañana. Me senté en el suelo (iba en serio con que no iba a sentarme más en ese sofá) y encendí la tele. Me quedé viendo un programa de risa hasta que noté como Violet se sentaba justo detrás, en el sofá y comenzaba a acariciarme el pelo. Lo solía hacer de pequeña, por que le encantaba mi pelo. 

—¿Has hablado con James? —cerré los ojos fuertemente solo con escuchar el nombre de ése hijo de...su madre. 

—No, sólo me ha mandado unos mensajes y adivina lo que decían: que podía ir a por las cosas que me faltaban cuando quiera. 

—Nunca me gustó —murmuró mientras me hacía una trenza en un mechón de pelo. 

—Ya, y me comienzo a dar cuenta que a mi tampoco me agradaba del todo —reí—. Al menos me daba regalos caros. 

Mi mitad imprevista. [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora