Capítulo 19.

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Observé a Marianna con atención mientras se iba de el lugar, pavoneándose, moviendo sus caderas como si le fuera la vida en ello, provocando que algunos chicos y señores no tan jóvenes se le quedaran mirando con atención. Aparté la mirada de ella cuando giró la esquina y respiré, un poco molesta y con rabia por la pesadez y la insistencia de Marianna en nosotros. ¿Qué la impulsaba a intentar joder nuestro lo que sea que fuera? ¿Los celos? Me preguntaba si iba al psicólogo. 

A lo mejor era una loca psicopata y tiene un corcho en su casa con fotos de los dos y chinchetas para marcar los lugares a donde vamos. No me extrañaría, porque aparece donde yo estoy y sabe dónde vive Kyle. 

También estaba molesta, o enfadada, no sabia a que nivel estaba mi malestar, con Kyle, por no contarme sobre ella o su relación. Pero por otra parte el no tenía la obligación de contarme sobre ella, ya que todavía no éramos nada oficial. Y aunque lo fuéramos, no estaba segura de que él me lo contara por su propia voluntad. 

Empecé a correr de vuelta a casa intentando calmarme y no pensar en el dichoso anillo que había mencionado Marianna. ¿Qué mierdas querrá decir con eso? Lo que mi mente planeaba no me gustaba nada. 

Tendría que pensar en cómo decírselo sin enrollarme demasiado. 

En cuanto llegué abrí la puerta y me encontré a Violet tirada en el sofá viendo la tele mientras que Kyle estaba en el suelo haciendo abdominales. Iba a hacer un comentario cuando me di cuenta de que Violet estaba allí y tendría que disimular. 

—Hola, Violet —le sonreí mientras me sentaba a su lado. 

Ella sonrió pero hizo una mueca. 

—Ew, estás sudada. Dúchate y luego ya me puedes saludar las veces que quieras —ella rió. 

—A mi me gustan las chicas sudadas, quizás te deje saludarme luego —se burló Kyle. 

Yo le lancé una mirada asesina. Si de por si era difícil disimular, con el soltando esos comentarios sería aún más complicado. 

Violet miró a Kyle escandalizada y éste levantó las manos en señal de rendición. 

—Lo siento, lo siento. No debería haber hecho ese comentario. 

—Eso pensaba —murmuró Violet girándose y volviendo a lo suyo. 

—Además, tengo novia —añadió Kyle. 

Yo casi me atraganto con mi propia saliva y Violet se dio la vuelta tan rápido que me extrañó que no se hiciera daño en el cuello. 

Había pronunciado la palabra con N. La esperada palabra con N. Sin embargo no se me olvidaba mi anterior mosqueo. 

—¿Cómo? —dijo Violet entrecerrando los ojos, como si dudara en créele o no. 

—¿Novia? Hmm, enhorabuena, espero que duréis mucho —dije yo lanzándole una sonrisa irónica. 

—Eso espero yo también. Con lo guapa que es no voy a dejarla ir a ningún lado. 

Me sonrojé (por millonésima vez desde que conozco a Kyle) y subí las escaleras con la excusa de ducharme y cambiarme de ropa. Dejé a Kyle ahí en el salón, siendo interrogado por su hermana. 

Lo que me atormentaba era que si yo era considerada su novia ¿por qué no me contaba lo que pasaba con Marianna? Yo le conté todo sobre lo que pasó con James, o por lo menos se enteró. 

Intenté no darle más vueltas de las necesarias al asunto y me metí en la ducha. 

Minutos después, cuando me estaba aclarando el pelo, la puerta del baño de abrió. Me asusté porque pensé que había puesto el pestillo. 

Mi mitad imprevista. [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora