Capítulo 20.

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—No voy a decírtelo más veces. O sales de aquí o te tiro el vaso de agua encima —le dije a Kyle.

El panorama era el mismo de siempre, el mismo de todas las mañanas. Kyle se negaba a salir tan pronto de la cama para que no le pillara Violet, alegando que ella no se levantaba hasta más tarde y que él estaba muy a gustito tal cual estaba. Claro, pasar de dormir de un sofá a una cama King Size, quién dice que no.

Además, después de la charla de ayer, y que todavía anoche seguía un poco enfadada el se pegó a mi como  una lapa y no me dejó sola ni un minuto en toda la noche. 

—Déjame un rato más estar contigo. No te voy a ver en todo el día, ¿tú crees que es justo? Porque yo no —dijo con la voz ahogada por culpa de la almohada.

Me senté de lado en la cama y reí, ya que ahora mismo parecía un niño pequeño que no conseguía el último juguete que había salido nuevo.

—Te dejo unos diez minutos como mínimo. Tu hermana estaba anoche muy ilusionada por lo de hoy y no me extrañaría que se levantara de repente para levantarme.

Kyle sacó la cabeza de la almohada y me sonrió. Estaba dormido, pero aun así esa sonrisa de rompecorazones no se la quitaba nadie.

—Ven con Kyle —dijo abriendo los brazos para que me tumbara con él.

Negando con la cabeza me quedé donde estaba, para luego levantarme e intentar vestirme, por lo menos.

—¡Nooo! —se quejó Kyle—. Túmbate conmigo, Abby.

Le miré, intentando no dejarme llevar por su cara de cachorrito, pero fallé lamentablemente. Me acerqué lentamente y acabé tumbándome con él. Sus brazos se aferraron a mi alrededor y yo apoyé mi cabeza en su pecho descubierto. No sabía cómo a veces no tenía ni una pizca de frío.

Se empezó a escuchar movimiento en la habitación y yo levanté la cabeza para mirar a Kyle, que se estaba haciendo el dormido.

—Te dije que se levantaría.

Él bufó y se levantó a regañadientes. Apoyó sus manos en la cama y se inclinó para dejar un casto beso en mis labios.

—Después nos vemos.

Se despidió con un guiño y de puntillas, sin hacer ruido, salió de la habitación. Yo me tiré hacia atrás en la cama y respiré tranquilamente un momento, pensando en toda esta situación. Mi mejor amiga, que ahora también es mi cuñada, aunque ella no lo sepa, se iba a casar en dos semanas, y estoy viviendo con mi amiga y mi novio –todavía por hablar- teniendo que fingir que no pasa nada.

A parte de que tengo a una ex de Kyle loca que aparece por las esquinas y mi familia al acecho, aunque últimamente no sé mucho sobre ellos. Ahora menos mal que nos han dado las vacaciones de primavera y no tenemos clases, porque si no iba a estallar.

 Salté de la cama y me preparé para vestirme. Aunque no lo creáis, no me gusta ir de compras. Siempre me aburro, pero siento la necesidad de ir, porque entra dentro de las preparaciones para la boda de mi amiga y sé lo importante que es para ella.

Bajé al salón y desde allí pude ver a Violet en la cocina, todavía en pijama y bailando mientras exprimía su naranja. Tendría que venir Axel a verla ahora mismo, a ver si se le iban las ganas de casarse con ella por el pensamiento de tenerla todos los días por el resto de su vida bailando mientras hacía zumo de naranja.

Reí y entré en la cocina. En cuanto lo hice Violet se giró y me sonrió.

—¿Ya estás vestida? —me preguntó, mirándome de arriba abajo—. Eres rápida. Bebo esto y en seguida me visto yo.

Mi mitad imprevista. [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora