En el cielo, armonía y colores únicos se llegaba apreciar era nada más y nada menos que el cumpleaños de nuestra diosa Hera, Zeus le organizo un baile en nombre de ella donde todos los dioses, ninfas y criaturas estaban invitadas para adorar a su amada diosa, llego la noche y era momento de que Hera saliera con su mejor vestido resplandeciente, resaltando sus cabellos rubios y sus ojos color miel, mientras que Zeus presumiendo a su mujer la tomo de la mano llevándola al centro de la pista para comenzar el tan esperado baile.
-Felicidades me bella esposa, me atrevo a decir que ante mis ojos eres las más hermosa.
-Gracias, pero debo preguntarte algo –mirándolo con enojo- porque invitaste a esas ninfas que amantes tuyas de seguro fueron...
- De que me hablas – lo dijo un tanto nervioso- hoy no es momento para tus celos, mejor disfruta esta fiesta en honor a ti, hoy tu eres el centro de atención...
Hades se encontraba viendo desde una esquina del reino como todos los dioses se divertían desde Poseidón con Anfitrite, Artemisa bailando con su hermano Apolo, hasta afrodita viéndose en el espejo para ver lo hermosa que era y Ares apreciando la belleza de su amada Afrodita... pero él se encontraba ahí, solo sin poder presumir a nadie... pero una persona lo apreciaba desde lejos, una persona lo veía con deseo con pasión desde lejos Leuce lo observaba aunque este no se diera cuenta de ella.
-Hades que sorpresa verte aquí, pensé que no te gustaba socializar.
-Lose siempre tiendo a no ir a lugares donde hay mucha gente, pero no podía faltar al festejo de Hera es mi amiga y si no vengo creo que se vería mal de mi parte además el ambiente esta bien.
-Vamos a bailar - le dijo tomándolo de la mano – concédeme este baile Hades.
-Sabes perfectamente que no me gusta bailar - se lo dijo mientras quitaba su mano de la de ella.
Leuce sin importar las palabras de Hades, lo volvió a tomar de la mano y lo llevo directo a la pista de baile. – Ves no es tan malo ser el centro de atención una vez en tu vida- se lo dijo mientras todos se encontraban sorprendidos al ver a hades bailar con una ninfa.
-Hades, me gustas y me gusta estar así...junto a ti.
-Leuce creo que estas confundiendo las cosas.
- ¡shh! no digas nada – acercándose a el- no digas cosas que me duelan.
Leuce sin perder la oportunidad se acercó más y más a él, hasta que sus labios y los de hades se tocaron... leuce le robo un beso al dios del inframundo, un beso donde hades no hizo nada por quitarse, un beso que hizo que la mente de hades estuviera en blanco, un beso que comenzó a confundir a nuestro dios...
-Hades... me gustas -quitándose poco a poco le dijo- por que no puedo estar a tu lado como algo más, como algo más que una simple amiga... por que no puedo estar junto a ti para el resto de mi vida.
-Leuce –Apartándola rápidamente de él le dijo- simplemente no puedes y esto no tuvo que haber pasado, lo siento me tengo que ir.
Hades se alejó lomas rápido que pudo, habían pasado tantos años desde su último beso, su mente empezó hacerse un lio... el beso que Leuce le dio, pudo hacer que Hades sintiera algo diferente algo que no podía explicar y aunque el sentimiento no era tan fuerte como el beso de Perséfone, el solo hecho de sentir algo lo llevo a pensar muchas cosas.
»Que fue lo que paso, porque mi corazón se siente de esta forma acaso... no, no puede ser – Se dijo a sí mismo- es solo el momento Hades... es solo el momento. Pero he estado tanto tiempo solo y Perséfone no aparece será que debo abrir mi corazón a un nuevo amor, será que le debo de dar una oportunidad a Leuce...no, no Hades olvídalo Perséfone regresara... regresara, pero Leuce ha estado conmigo tanto tiempo, no Hades cálmate –diciéndose a el mismo una y otra vez- creo que necesito distraerme...
Mientras tanto en el festejo, Hera pudo ver aquel beso que leuce dio con tanto cariño a su amigo Hades, algo en ella hacia que odiara ese momento algo en ella hacia que extrañara a su amiga Perséfone, algo en ella hacia que Leuce fuera su enemiga. No soportaba la idea de siquiera pensar que esa ninfa fuera la nueva esposa de Hades. ¿Por qué hades la beso? no lo entiendo, que le pasa a hades ¡por qué lo hizo! – lo dijo exaltada-
Zeus la trato de tranquilizar pero en ese momento un relámpago se salió de sus manos, haciendo que en el cielo se viera una luz resplandeciente y un sonido que aturdía a cualquiera Zeus no se explicaba cómo había pasado eso pero algo que le llamo la atención fue porque paso eso en ese momento.
-Ya veo – dijo Hera consternada- tuvo que pasar todo eso para que este día llegara...llego la hora.
Mientras tanto en un lugar del inframundo, se encontraba hades paseando a su fiel amigo cerbero pensando en lo que paso y en si debía olvidar o conservar aquel beso puro y dulce que Leuce le dio, Hades sin darse cuenta llego al rio Lete donde su mente vago por unos momentos y pensaba si Perséfone debía seguir presente en su corazón o era tiempo de dejarla ir junto con el agua que ese rio se llevaba.
-Cerbero que debo de hacer, debería de dar una oportunidad a Leuce que un amor puro me quiere brindar o simplemente espero.
»Debería pasar a Perséfone de un recuerdo vivido a un recuerdo pasado, que es lo que debería hacer que es lo correcto, no puedo creer que yo el dios del inframundo tenga que tomar una decisión tan difícil...sin darme cuenta he llegado a este rio – tomando un poco de agua del rio- donde el olvido es lo que hay creo que es momento de que Perséfone solo permanezca en mi mente como un recuerdo.
Hades sentía que el olvido era una señal para comenzar una nueva vida, él pensaba que era momento de olvidar que era momento de comenzar algo nuevo, cuando de repente cerbero empezó actuar de una manera rara, se encontraba inquieto pero hades no sabía porque se comportaba así, hasta que algo inusual percibió Hades –Alejándose del rio desconcertado dijo- que es este olor, este olor es el mismo de Per...
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REENCARNACION EN EL OLIMPO
RomanceCuando por fin encuentras el amor incondicional, es cuando los celos y las envidias aparecen por el entorno, Hades un dios tan poderoso debilitado por una mujer que robo su corazón, una diosa que en su mente la belleza inigualable la portaba solo...