OLIMPO 9.- Tres golpes de esperanza.

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Elizabeth luchaba con todas sus fuerzas con esos hombres ruines que le estaban haciendo daño, sus lágrimas caían una tras otra, mientras que su esperanza se desvanecía poco a poco...

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! Tres golpes en el inframundo se escucharon, golpes que nuestro dios del inframundo solo sabía que significaba...

           -Apartándose de Leuce lentamente le dijo- escuchaste eso...

          -Leuce un poco apenada por todo lo que había sucedido contesto- no sé de qué me hablas hades...

           - son golpes se escuchan... ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! Esos golpes, esos golpes son de Perséfone...

Hades sabía que esos golpes solo podía provenir de Perséfone, al fin nuestro dios tuvo una pista de donde podría estar Perséfone, al fin nuestro dios pudo saber dónde estaba, sin embargo esos golpes significaban que Perséfone... estaba en peligro.

Sin pensarlo hades se dirigió a su trono donde yacía su casco de invisibilidad tan emblemático del dios de las tinieblas, lo tomo y se dirigió directamente a su carruaje, carruaje oscuro tirado por sus cuatro caballos negros como el carbón que hasta en la más densa neblina estos se podían apreciaban, mientras que su fiel amigo cerbero se alistaba para la guerra. Hades con su lanza eterna dio una orden a sus caballos para salvar a su reina...

Leuce aun recostada no entendía que estaba pasado ni de que golpes hablaba Hades, solo sabía que se había ido como siempre lo hacía... cuando más pensaba que Hades se acercaba más a ella, él se alejaba más...

Los caballos de Hades galopaban sin descanso, mientras que hades no podía creer que la había encontrado...

           -Al fin te encontré mi amada pero que te pasó, que te pasó para que hicieras nuestro llamado... que te pasó para que hasta hoy pudieras llamarme.

Mientras tanto metros arriba del inframundo, Elizabeth se encontraba tirada sin fuerza alguna sus lágrimas recorrían su cara y su ropa se encontraba destrozada, mientras que esos hombres la empezaban a tocar como si fuera un juguete ...un vil juguete, uno de ellos alzo la mirada, la sostuvo de la barbilla y le dio un beso a la fuerza para después golpearla como si ella no valiera nada ... en ese momento, todo se volvió más oscuro de lo normal, las luces de las farolas se empezaron apagar una por una ... un sonido estremecedor se escuchó mientras que una grita de la tierra empezó abrirse poco a poco ... los hombres se quedaron perplejos al ver lo que estaba sucediendo, aunque aún seguían poniendo fuerza sobre Elizabeth.

Elizabeth ya no pudo más sus ojos se cerraron poco a poco, por el golpe que esos hombres ruines le dieron... los hombres aun no comprendían lo que estaban viendo con sus propios ojos... como una grieta se abría de la nada, como la oscuridad acaparo todo el lugar ... mientras que la grita se abría aún más, de ella salieron los caballos que jalaban el carruaje de nuestro dios, Hades alcanzó a ver que había una persona con la misma esencia de Perséfone ... la misma persona que se encontraba tirada en el piso, nuestro dios no pudo contener su furia y fue en ese momento donde saco su lado más temido por el cual todo aquel que mencionaba su nombre el miedo recorría en todo su cuerpo... Hades al ver a su amada tirada sin ropa no pudo soportar verla así...

Hades

»-¡Cerbero! saca tu mayor fuerza y tráeme a esos infelices delante mío... que los hare pagar por cada rasguño que le hicieron a mi amada.

Ustedes débiles humanos como fueron capaz de hacerle eso a una diosa y más aún como osan hacerle eso a mi esposa... no terminaran de pedir clemencia ni arrepentimiento ...en el inframundo.

-Hades tomo su lanza la levanto lo más que sus brazos le permitían y dijo – por ser unos humanos sin conciencia por tratar así a mi amada por eso y más los condenare por toda su eternidad, me llevare sus cuerpos cuyos se desharán por el intenso frio que el inframundo puede llegar a tener y me quedare con sus almas para que vaguen por toda su eternidad sin descanso alguno...

-¡Cerbero! Ya sabes que hacer...

Cerbero no lo pensó y se lanzó hacia ellos tomándolos con sus colmillos que tenía el gran perro de tres cabezas, guardián de las puertas del inframundo y de un salto se los llevó adentro de la grieta... se los llevo a un lugar donde nunca podrán salir el inframundo.

Mientras tanto Elizabeth yacía tirada con su ropa destrozada y en su cara se podía apreciar la sangre mezclada con sus lágrimas que aquellos desalmados le provocaron, Hades se bajó de su carruaje y lentamente se acercó a ella ... era Perséfone para él era ella, pero al verla así su furia aumento más ... se acercó más a Elizabeth la tomo entre sus brazos subiéndola a su carruaje, Elizabeth inconsciente sin fuerzas era lo único que quedaba de ella... su frágil cuerpo y así como la primera vez que la tomo entre sus manos para llevársela con él, pudo sentir a Perséfone otra vez entre sus brazos para llevársela al inframundo como aquella primera vez...

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