REENCARNACION EN EL OLIMPO

OLIMPO 4.- 500 años de soledad...

Los años pasaron poco a poco y hades no pudo volver a ver a Perséfone, su tristeza era inmensa y su odio a Deméter enorme, los años pasaron y el dios del inframundo el inquebrantable seguía con la esperanza de volverla a ver, de que su doncella estuviera en sus brazos, de que sus manos pudieran tocar su piel, de que sus labios estuvieran con los de ella y que el frio que el sentía ella lo convirtiera en algo cálido, los años pasaron y el dios del inframundo nunca la olvido pasaron los años y el la seguía esperando ...

Sentado en su trono dijo:

»-Ha pasado tanto tiempo y no puedo encontrar a Perséfone por ningún lado, cerbero tampoco la pudo encontrar será que ella en realidad... no hades no... no puedes pensar así ella volverá ella... volverá. Aun así, sin darme cuenta he estado solo mucho tiempo que me pregunto si debo de empezar a amar o esperarla... No, ¡no! hades debes de mantenerte firme en tu decisión no caigas... ella volverá.

Sin darse cuenta el dios del inframundo reinaba en soledad, mientras que sus hermanos tenían alguien a su lado, tenían a alguien el cual compartir su vida. Hera la esposa de Zeus veía como el amor de hades hacia Perséfone nunca cambio, como el amor de hades era un amor puro, cosa que ablando el corazón de la diosa, Hera al sentir esto fue abajo al inframundo para hablar con él.

-Querido hades, ¿cómo estás?.. ¿Por qué hace tanto frio aquí? parece invierno.

-Hera que placer tenerte en mi reino. -contesto con una sonrisa.- ¿Cómo está mi hermano, al fin dejo a sus amantes?

-Pues veras, ya me deshice de unas que intentaron algo con él... en pocas palabras aún sigue.

-Ese pequeño tonto aun no entiende lo que es el amor... bueno puede que sí, digo no te ha dejado ya es un avance.

-A veces pienso si el en realidad me ama. -Dijo en tono sentimental.-

-Creo que apenas está empezando a entender, aún no sabe que el amor solo es para una persona... el amor solo se tiene una vez, que el amor se debe de disfrutar cada minuto porque un día lo puedes perder...

-Lo dices por Perséfone verdad. -Se acerca y pone su mano en el hombro.- Hades sé que es difícil sé que aun la esperas a pesar de estos años, pero creo que tu suerte pronto cambiara no te preocupes...

-Vaya que me lo diga la diosa del matrimonio creo que debe de ser un gran honor jajaja.

-No estoy jugando lo digo enserio lo presiento...solo espera y vera.

Los años siguieron pasando y Hades seguía esperándola mientras que en el cielo algo pasaba, truenos y relámpagos estallaban en el cielo eso solo podía indicar algo el dios del cielo estaba enojado pero quien haría molestar tanto a al dios del trueno...

-¡Hera! no has estado en días. –Lo dijo con enojo- donde has estado quien es tu amante dime...

-Pero porque tanto alboroto, por favor me voy unos días hacer mis deberes y piensas que te soy infiel, te equivocas el único infiel aquí eres tú.

-¿Dónde estabas?

»-Ya te dije, estaba haciendo mis deberes como diosa que acaso no los debería de hacer, que raro teniendo tantas amantes el dios del cielo se está preocupando por mi ahora, por favor no sé si sabes pero infidelidad es lo único que no hare, no como tu... sabes que, estoy cansada me voy a dormir vienes o vas a irte con otra más de tus ninfas...

-Hera ya habíamos hablado de eso...

-Tu hablaste yo no, en fin me voy a dormir buenas noches.

-Hera, no me dejes aquí hablando solo.

-Solo te diré algo... presiento algo bueno.

-Tus presentimientos dan miedo...

Zeus aun inquieto por saber dónde su amada se encontraba empezó a tranquilizarse ya que era imposible que pudiera hacer algo tan ruin como una infidelidad, a final de cuentas protegía a toda costa el amor verdadero...mientras tanto en las profundidades de la tierra en el sitio más solitario y muerto se encontraba Hades con un poco de esperanza, sin embargo todos necesitamos compañía en algún momento... en algún momento de nuestras vidas la soledad es nuestra peor enemiga.

-Leuce, le preguntaste a Caronte ¿cómo le fue con las nuevas almas que quieren cruzar?

-Si mi rey, ya cruzaron hace pocos minutos solo dos almas no pudieron cruzar.

-Dos almas, –dijo sorprendido- que triste, su familia no le dio monedas para que su alma sea libre o tal vez son almas sin familia... en fin ya te puedes ir.

-Hades.-dijo Leuce con voz temblorosa- puedo hablar contigo un momento...

-Hablar sobre que, paso algo con las almas.

-No pasó nada de qué preocuparse... lo que te quería decir es que, he estado contigo por muchos años y aunque no conocí a tu doncella... ella nunca regreso.

-¡Por qué sacas su nombre en esta conversación! –dijo alterado-

-Hades, que no te das cuenta... he estado contigo todo este tiempo y aun no te has dado cuenta de mis sentimientos, alguna vez has pensado en mí como mujer, no te has dado cuenta que yo siempre estaré para ti, que no te das cuenta que yo si estoy aquí...

-No entiendo a qué punto quieres llegar. –dijo enojado-

-Hades quiero que me des una oportunidad,- dijo al momento que acariciaba su mejilla- han pasado tantos años y Perséfone nunca volvió... porque no me das la oportunidad de que tu corazón vuelva a latir – se acercó a sus labios- porque no me amas a mi....

-Leuce te he dicho muchas veces que yo no puedo amarte, - hades la aparto de él y enojado le dijo- por favor vete...

Leuce no sabía por qué hades seguía rechazando una y otra vez sus encantos, aunque Perséfone ya no existiera... por otro lado Hades subió a su trono donde podía vigilar cualquier rincón del inframundo mientras que en sus pensamientos la soledad lo atormentaba:

»-Perséfone cuando regresaras, -en tono triste- cuando podre verte otra vez... será que en realidad necesito a una compañera que no seas tú... ¡no lo acepto! pero Leuce siempre ha estado con migo aunque solo la veo como una amiga... ¿podre enamorarme de ella? Acaso es momento de olvidar a Perséfone, acaso es momento de olvidarte  -dijo volteando al cielo-...