OLIMPO 2.- Maldad y Amor

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Hades sentía un enorme deseo de tener en su reino a Perséfone, ganas de que sus manos pudieran tenerla a esa mujer de belleza inigualable, así que hades ideo un plan para poder llevársela sin que Deméter cuya diosa no era agrado de hades se diera cuenta.

Hades preparo todo meticulosamente y por el día mientras Perséfone se encontraba en los cultivos, hades cegado por su aroma salió de la grieta que la tierra escondía y sin pensar agarro a Perséfone por sus hombros y sus caderas, hades al poder acariciar la piel de Perséfone tan suave quedo aún más enamorado y el olor que dejaba Perséfone lo hipnotizaba.

Perséfone: ¡Quien eres déjame, no me toques ¡

Hades: soy hades dios del inframundo y me temo que esa orden no podre cumplirla mi bella doncella

Perséfone: pero que haces déjame ir ¡Madre! ¡Madre! ¡Alguien por favor ayúdeme!

Hades: shh no te hare daño solo quiero que seas mía...

Perséfone seguía pidiendo ayuda a su única esperanza su madre, pero nadie escucho sus gritos ni siquiera las ninfas que debían de estar al pendiente de ella, y poco a poco Hades se la llevaba al inframundo, mientras ella trataba de escapar el seguía aferrado a su piel, su aroma, el seguía aferrado a ella...

Al día siguiente Deméter llego buscando a su bella hija pero esta ya no estaba, Deméter saco su furia hacia las ninfas cuyas tenían la obligación de cuidarla y al no estar Perséfone las hizo cómplices del acto , castigándolas y convertirlas en sirenas mientras el castigo hacía la tierra fue no tener ninguna cosecha , esto hizo a que Zeus, no pudiera soportar ver al pueblo de esa manera, así que mando a Hermes a buscar a Perséfone ...

Perséfone: Ya ha pasado mucho tiempo mi madre debe de estar preocupada por mí, Hades sé que no eres malo por favor déjame salir de aquí...

Hades: Mi bella doncella no puedo hacer eso, con el solo olor que dejas al momento de caminar haces que me inquiete, no puedo dejarte ir mi reina... mi reina del inframundo.

Perséfone: ¿Reina? Pero porque me elegiste a mi si no soy bella y mi poder no es tan poderoso

Hades: ¿El hecho de que la tierra pueda renacer en cada estación no es un gran poder? Lo que haces a la naturaleza cada que caminas alado de ella se te hace poco ¿Qué por que te elegí? Solo basto para ver tu rostro al momento de dormir, solo basto tu olor para que me atrajera a ti, solo basto tu cabello y tu piel suave rosando en mí para desearte... solo eso basto.

Perséfone: Veo que no eres como dicen hades, veo que no eres esa persona fría y malvada que dicen que eres, aunque no sabía quién eras y solo te conocía por tu nombre, veo que en realidad no eres malo... tú me ayudaste a salir de donde mi madre me tenía como prisionera... aun no entiendo por qué lo hizo.

Hades: (Se acercó a ella lentamente en la cama donde se encontraba ella y abrazándola y acercándose a su cuello dijo) Mi reina aquí en el inframundo serás libre yo no te podre atar, pero esta noche mi amada déjame estar contigo, dame la dicha de poder apreciar esa belleza en todo su esplendor, solo esta noche déjame amarte mi bella doncella.

Perséfone: (Perséfone dándole una caricia a la mejilla de Hades le dijo) Hades tantas palabras hermosas que a pesar de la situación haces que sienta confianza y protección en tus brazos, un sentimiento que nunca había sentido... esta noche seré tu reina, esta noche podre dejar que tus manos me acaricien, esta noche dejare que aprecies mi belleza, esta noche y todas las demás dejare que me ames como yo lo hare...mi rey.

Hades y Perséfone fue la primera vez que amaron con un deseo incontrolable, Hades no paraba de apreciar a esa doncella con belleza inigualable, y ella no dejaba de pensar que Hades no era como lo habían descrito... paso el tiempo y Perséfone se convirtió en reina del mundo de los muertos, Perséfone sabía que la sobreprotección de su madre no iba a dejar que hades fuera su esposo, así que decidió comer un fruto rojo para poder seguir atada a su amado ya que era la única manera de que su madre no le quitara la libertad que Hades le dio.

Mientras tanto Hermes después de tanto buscar pudo dar con el paradero de Perséfone e inmediatamente Deméter se dirigió hacía su amada hija, una vez ahí Deméter la tomo para nunca regresar, sin embargo hades no la iba a dejar ir a su amada...

Hades: ¡Suéltala ella no se ira!

Deméter: de que estas hablando...

Hades: como lo escuchas ella ya no puede irse contigo como sabes el inframundo es muy diferente a su mundo, si comes algo aquí el inframundo será tu nueva vida me refiero a que ella comió un fruto rojo que yo le brinde, sabes lo que significa verdad...

Deméter: No puede ser... ¡NO!

Hades: Así es ahora ella no puede irse, pero podemos llegar a un acuerdo si es lo que quieres, seis meses estará contigo en la tierra, pero 6 meses estará con migo en el inframundo...

Deméter: ¡no la dejare, me escuchaste! No voy a dejar que un dios nefasto como tú se quede con mi hija, no lo permitiré...

Hermes: Deméter sabes las reglas y creo que esta es la mejor solución, así que este contrato lo hago valido a partir de ahora Perséfone estará 6 meses en tierra y seis meses en el inframundo.

Deméter: ¡Quien eres para aceptar eso he dicho no, no acepto!

Hermes: Deméter ese será el trato digas lo que digas Perséfone ya es parte del inframundo reglas son reglas...

Paso el tiempo y Perséfone se encontraba con su madre seis meses dando frutos a los cultivos y trayendo la primavera, y seis meses en el inframundo con su amado esposo, sin embargo Deméter se hundía en una depresión cada que su hija se iba, dejando seca la tierra de cultivos y en una situación muy difícil para el pueblo, Deméter no podía aceptar ese trato...

REENCARNACION EN EL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora