OLIMPO 9.1.- Recuerdos de una vida

33 9 3
                                    


ELIZABETH

»-Mi corazón latía sin cesar, mis piernas no pudieron más y mi mente escogió un mal camino del cual no pude salir... sabía que ya nadie me podía ayudar, en ese momento sabía que todo lo que hiciera seria en vano...sin embargo algo en mi hizo llamar a alguien, algo dentro de mi pedía auxilio a alguien, alguien a quien nunca conocí...


      Siglos atrás...

Jardín oscuro donde flores de Lycoris yacían ahí, flores las cuales solo podían florecer cuando Perséfone estaba cerca, y un cielo oscuro donde pocas veces las estrellas se podían ver, ese era el lugar favorito de Hades y Perséfone nuestros dioses del inframundo...

          -Mi bella doncella tu cabello resalta como nunca en toda esta oscuridad y junto a todas estas flores rojas, puedo ver como se mezcla tanta belleza –acercándose a ella le toma la mano y le da un beso –

           -Pero que cosas dices Hades, sabes nunca me gusto mi cabello siento que a comparación de otras diosas mi cabello no está a la altura de una diosa.

          -Tonterías amada, tu cabello rojo cual estas flores rojas es único y bello.

           -Hades siempre me haces sentir amada, siempre que estoy a tu lado todo miedo se va, siempre que estoy a tu lado no hay obstáculos para mi...ni siquiera mi madre.

          - Mi amada, no sabe cuánto me alegra escuchar eso de ti, este lugar siempre será para nosotros dos, solo nosotros dos –Hades tomo una flor para dársela a Perséfone y acercándose a ella le dijo- Mi amada esta flor representa nuestro amor que a pesar de la oscuridad aun florece con ese rojo intenso , Perséfone siempre te protegeré eso no lo dudes, tres golpes al suelo y ese... será tu llamado hacia mí, siempre que me necesites tres golpes al suelo y yo estaré ahí, donde quiera que estés mi amada...

Hades nuestro dios del inframundo acercándose a Perséfone le dio un beso el más apasionado y tierno que pudo darle, mientras que el tiempo transcurría, mientras que su amor propiciaban, mientras que su promesa sellaban, mientras que un futuro incierto llegaba...

Elizabeth ya en el piso y sin esperanzas, su mente le trajo algo... un recuerdo donde las palabras eran tan claras, donde se apreciaba unas palabras que en ese momento era lo único que podía intentar...

     "siempre te protegeré eso no lo dudes, tres golpes al suelo y ese... será tu llamado hacia mí, siempre que me necesites tres golpes al suelo y yo estaré ahí, donde quiera que estés mi amada"

REENCARNACION EN EL OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora