Capítulo 20

1.9K 62 1
                                    

Casi fuimos asesinados por Nate y Meg cuando volvimos a las seis de la tarde. Ya que se suponía que a las siete teníamos que estar todos en la feria.

Tuve que subir corriendo a ducharme, para poder quitarme toda la sal del cuerpo y las pequeñas algas que se me habían quedado envueltas en el pelo.

Mientras yo me duchaba como un rayo, Meg se estaba maquillando en la habitación y contándome trivialidades sobre lo a gusto que se sentía en aquel momento con Nate. Todo había cambiado notablemente desde la última vez que estuvieron juntos.

Ahora, además de las peleas tontas que les escuchaba tener, apenas discutían seriamente, estaban todo el día dándose arrumacos y veía a mi amiga un brillo en los ojos que anteriormente no tenía.

Meg, la que solía tener el gesto serio y dar unas contestaciones de lo más desagradables, el bloque de hielo indestructible del que tanto habíamos hablado a lo largo de los años, estaba comenzando a derretirse.

Y, mientras aquello ocurría, yo no podía sentirme más orgullosa y alegre por ella. Por ellos.

Ya que no disponía de demasiado tiempo para dedicarme a mí misma, opté por un maquillaje de lo más simple y un look sencillo para la feria. A fin de cuentas, no íbamos de fiesta ni nada por el estilo, simplemente íbamos a pasar una noche diferente, tranquila y con todos nuestros amigos.

O eso era lo que yo esperaba.

-Como siempre, llegando tarde. – Dijo Nate cuando bajamos por las escaleras.

-Y, como siempre, dando el coñazo. – Dije yo.

Nate me revolvió el pelo, el cual Meg me había alisado con las planchas.

Me aparté bruscamente mientras me peinaba con los dedos. Nate se rio y cogió a Meg para ir hacia el coche.

-Estás preciosa. – Me dijo Aaron.

Me giré y le di un casto beso en los labios. – Gracias, tú también estás guapísimo.

-Yo siempre. – Me guiñó un ojo y lo empujé mientras me reía.

-Vamos, que al final me van a matar. – Le dije tirando de él para ir fuera.

-Eso no lo permitiría.

Me dio un beso en la frente y se metió en el coche para conducir. Me reí y me metí en el lugar que siempre solía ocupar.

-Que pesados sois. – Dijo Meg riéndose.

-¿Y lo dices tú hermanita? – Aaron la miró a través del retrovisor.

Nos dirigimos hacia la feria entre risas y aborreciendo las canciones que nos ponía Nate. Una vez llegamos al enorme aparcamiento, pudimos contemplar la gran noria con sus luces de colores.

El aparcamiento estaba hasta arriba de coches, incluyendo al de Alex, que había traído al resto.

Nos acercamos allí mientras ellos bajaban del coche.

-¿Esa es Cindy? –Me dijo Meg por lo bajo.

Cindy acababa de salir de la parte de atrás del coche, vestida con una mini falda de tablas y un top negro a juego.

El estómago se me revolvió un poco. No tenía nada en contra de ella ni la juzgaba por nada. Simplemente se la jugó por Aaron, cosa que yo también había hecho de nuevo, pero no resultó como ella había pensado.

Sin embargo, era inevitable no sentir una incertidumbre sobre la actitud que pudiese tener aquella noche conmigo o con Aaron después de lo ocurrido.

Dímelo de nuevo (Solo tienes que decírmelo 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora