🥀48🥀 Letal

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LETAL

Estábamos todos en la oficina. Cerré la puerta despidiendo al doctor quien vino de urgencia. Saco la bala del pecho de Stev, lo vendo y nos dejó un par de medicamentos para el dolor.

Todos estábamos dispersos por la habitación. Val, Ner, Jad y Drake platicando entre ellos en distintos puntos. Mason, León y Pax sentados en el gran sillón con las miradas dispersas. Tam a punto de sufrir de un colapso sentada en el suelo cubriendo su cara con sus manos. Josh hablando con Hugo quien seguía con nosotros.

Yo llamaba a todos mis conocidos para llevar a cabo el único plan que se me ocurre. Trev entró a la habitación y se acercó a mi lado haciendo un gesto con la cabeza en señal de que había hecho lo que le pedí.

―¿Qué hicieron? ―preguntó Stev sentándose en la mesa de metal que utilizamos como mesa de curaciones seguido de un quejido.

―Operación candado ―respondí. Me miro confundido―. Es algo que hacen los policías cuando persiguen a un sospechoso, se cierran carreteras, puertos, muelles, pistas de aterrizaje; todas las salidas posibles. Solo que no pudimos hacer que nadie fuera contra él ni pudimos cerrar todo, tenemos a hombres a quienes les dimos instrucciones precisas de si lo ven no lo detendrán, pero nos avisaran de inmediato. Si tu papá intenta salir lo sabremos al instante. Todo será bajo las sombras, así que no sabrá por donde llegamos.

Frunció el ceño sorprendido, ―No sabía que podías hacer eso.

―Pues lo hice, pero no cantemos victoria. Tu papá es muy inteligente.

―¿Y si no sale de la isla y solo la mata? ―preguntó. Sus ojos cristalizados, en mi vida lo había visto así. Tampoco es que lo conozco mucho, pero a simple vista solo parece un hijo de puta y en ocasiones lo es. Ese hijo de puta está a punto de llorar.

―Eso no pasara. No permitiré que pase ―hable seria. Camine unos metros a Josh―. Necesito muchas armas. Cuatro kfd 175, ocho Glock 18 ―pensé unos segundos―. Dos explosivos con retardador y balas, muchas balas ―pedí.

Asintió, ―Como usted diga, jefa ―se levantó y con su teléfono es su oído salió de la habitación.

―¿Tu que sigues haciendo aquí? ―le pregunte a Hugo.

―No tengo nada que hacer y veo que podrían necesitar ayuda.

―¿Estas consiente que en el momento que Jon te vea con nosotros y que posiblemente dispares en contra de él te volverás su enemigo?

―Estoy consciente de ello. No sería el primer enemigo que tengo -me hizo un gesto para que me acercará y eso hice-. Tu eres la que debería estar preocupada, después de todo tu eres la que sigue sintiendo cosas por el ―susurró en mí oído lo último para que solo él y yo pudiéramos escucharlo.

―Ya no siento nada por él.

Rio, ―¿Eso fue para convencerme a mí o a ti? ―lo mire mal―. ¿Sabes? Lo mismo me dijo mi ex, que no sentía nada por mi mejor amigo y ahora tienen tres hijos. Las mujeres sí que son buenas para mentir ―dijo divertido, negando―. ¿No dices tú que la aceptación es el siguiente paso? Da el siguiente paso, Lili.

―No tengo tiempo para aceptar nada y aunque lo haga eso ya no importara. Tanto a él como a mí no nos gustan las traiciones y el hecho de que podría seguir sintiendo cosas por él no cambiara el hecho de que podría matarme.

Carmesí [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora