Carmesí [#1]

🥀6🥀 Vida

Iliana

La vida me había jodido de muchas maneras, sobre todo ante lo que no anticipaba; la inteligencia y astucia se volvieron en las garras que me defendían contra mis enemigos. Mi lectura nocturna me entretuvo durante mi insomnio, la información relatada en mi laptop inició como lo básico y se fue extendiendo con información detallada de mis amigos y la mayoría de mi círculo cercano. El que la mayoría hayan asistido a academias militares ayudó con mi investigación, en horas supe de sus historiales clínicos, académicos y hasta personales. 

La lectura acabo cuando llegó la hora de mi primera clase, mi atención estaba más en las notas que hice en mi celular sobre lo que llamó mi atención de cada uno, y dejaba a un lado las clases. Tomé las últimas notas de mi clase y guardé las cosas en mi mochila antes de salir del salón. Sonreí y sacudí la cabeza al sentir a Josh y Paxton seguirme como cachorros perdidos, sabía que León les había encargado cuidarme y hacerme saber que no estaba sola.

Los invité un rato a mi habitación para que cumplieran con el pedido "secreto" de Leon. Le di permiso a Josh de bañarse mientras su hermano y yo preparábamos la máquina para tatuar y todo lo necesario para la nueva pieza que tendría lugar en la espalda de Josh.

―¿Desde cuándo haces tatuajes, Pax? ―le pregunté.

―Desde niño, uno de nuestros tíos es tatuador profesional, nos enseñó a mi y mis hermanos.

Josh salió del baño con una toalla atada a su cintura y el cabello mojado. El tatuaje de tres cerberos decoraba su pecho marcado por el ejercicio, y el que lo catalogaba como depredador lucía al costado de su cuello como el de todos los demás de su clan.

―¿Tu tatuaje significa algo o solo te lo hiciste porque si? ―pregunté en cuanto tomó lugar junto a mí.

―El cerbero es el símbolo de mi familia, quería algo para recordarlos ―respondió sin más. Josh se sentó a horcajadas sobre la silla, dándole la espalda a su hermano, Paxton con todo listo inició con el tatuaje.

―Cuéntame algo, así te distraes un poco ―lo alenté―. La historia de algún tatuaje.

―Salí de fiesta un día, paseaba por las calles cuando vi como una horda de bastardos tenían acorralado a un niño. Te podría decir que me enfrente a ellos dos solo, pero te estaría mintiendo, tuve ayuda. Terminamos en medio de un enfrentamiento del que terminaron huyendo como los cobardes que eran.

Su quijada se tensó, como si el enfado estuviera aún reciente y la adrenalina de los golpes lo mantuvieran a punto de estallar.

―Los tipos eran sus hermanos, él había huido de los maltratos, pero lo encontraron. Cuando lo llevamos al hospital quedó semanas en coma; un día despertó, parecía ser un milagro, se veía lleno de vida, pero solo fue para agradecer y despedirse. Murió cinco horas después de despertar. Solo tenía once años, pero nos marcó para toda la vida ―contó, acariciando el tatuaje en el dorso de su mano con el nombre Graham―. Sus hermanos murieron semanas después en un incendio, vaya que sufrieron.

―Amen, por eso. ―Brindé con la pequeña botella de Jack Daniels que siempre cargaba en mi bolso y le di un enorme trago―. La vida siempre regresa todo.

Rio por la nariz.

―De todos modos, la vida es una mierda.

―La vida es vida, si le buscamos sentido terminamos odiando todo ―dije y brinde con el aire. Soltó una risa por lo bajo y sacudió la cabeza.

―¿Qué significan tus tatuajes?

―No todo es un misterio indescifrable, hay cosas que son lo que son ―respondí, aunque su ceja enarcada señalaba que no me creía. Resople rendida y me quite la chaqueta de cuero, quedando solo con el top corto que dejaba ver la joya en mi ombligo. Señale mi brazo con los más obvios: la marca de mi familia y abajo el de la banda.