🥀12🥀 Molestias

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Iliana

La fiesta que inició el jueves, terminó el domingo en la madrugada. Los días de descontrol cobraron factura con todos los asistentes, entre los que también hubo profesores. La solución que siempre había usado contra la resaca era el no dormir, cosa que el insomnio me facilitó.

Tomé hasta la última gota de mi bebida energética, antes de escuchar el silbato del profesor que me hizo cambiar de las barras a las colchonetas con los muñecos de entrenamiento. Me vendé las manos y calenté los músculos antes de empezar a arremeter contra el muñeco. Mis puños golpeaban su cara y abdomen con cierta furia acumulada, mientras tarareaba una canción.

―¿Y es tan odioso como parece? ―preguntó Ner, golpeando con el muñeco de al lado.

―¿El alacrán? ―pregunté y asintió―. El imbécil tiene una actitud que provoca querer asesinarlo.

―¿Y por qué sigue con vida?

―Yo también quisiera saber eso ―admití.

Intensifique la fuerza de mis puños y terminé con una patada al aire antes de que el silbato sonara por última vez, terminando la clase. Tomamos nuestras cosas y fuimos por un poco de agua. Ner me miró con diversión y se relamió el labio antes de hablar.

―¿Es tan sexy como dicen? ―preguntó concentrada en los golpes.

―Feo no es, pero lo pendejo le quita todo el atractivo.

―Lastima.

―Tienes novio.

―No lo decía por mí, sino por ti. Has estado estresada últimamente, necesitas sexo o un muy buen masaje.

―Primero muerta a tener algo con ese. Tu hermano y yo no vamos a volver. Con Mason ni lo sueñes y Drake es sólo un buen amigo ―mencioné a todos los posibles antes de que se hiciera de ideas.

―¿Por qué no abres paso al amor? ―se quejó cuando tomamos nuestras mochilas.

―El sexo no tiene nada que ver con el amor.

―Todos necesitamos amor. ―Se tomó de mi brazo.

―No todos.

Salimos de clase y fuimos a almorzar. Paxton nos esperaba con Bruno en una de las mesas, ambos concentrados en sus celulares como para notar que llegamos. Val llegó con León minutos después de nosotras, discutían sobre teorías sobre el final de una serie y Val casi le entierra un tenedor en el ojo cuando León le dijo que su personaje favorito moriría.

―Deja de joder a la pobre chica ―le dije a León.

―Es que la pobre chica no acepta la cruel verdad ―se defendió y miró a su prima―. Aun así, yo llevaré flores al funeral simbólico ―le prometió a Val, sobando su espalda.

―Si muere te enterraré junto a su fotografía. ―Val succionó la nariz y siguió comiendo su helado.

Abrí mi boca para protestar cuando León empezó a comerse mi hamburguesa.

―En la noche, te compraré el helado más grande que encontremos y todo lo que quieras ―prometió, llevando mi malteada y un par de papas fritas. Me mandó un beso en el aire y se fué.

Asistí al par de clases que tenía después del almuerzo: psicología criminal y criminología. Recibí las anotaciones de las propuestas para el trabajo final del semestre y hablé con un par de profesores sobre los exámenes.

Intenté llamar a León para cambiar el helado por un paseo a caballo, pero no respondió ni mis mensajes ni llamadas. El siempre esta bien, me convencí y caminé por el césped recién regado. Estaba tan concentrada en mi celular que choqué con la persona que me sostuvo de la cintura para evitar caer.

Carmesí [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora