Jimin es un youtuber de maquillaje bastante conocido, sin embargo por los constantes prejuicios no consigue un trabajo estable.
Por su parte Min Yoongi o más conocido como AgustD es un famoso rapero, lamentablemente sus maquillistas no duran siquier...
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Jimin comenzaba a sentirse sofocado entre las sabanas, debio haberle dicho a Yoongi que encendiera el aire acondicionado por lo menos, pero estaba tan cansado después de tantos conciertos, que su cabeza no daba para más.
Pateo las sabanas con fuerza para quitarlas de su cuerpo y cambio de posición, no era de los que se movían mucho al dormir. Pero si le gustaba abrazar algo con brazos y piernas, quería encontrar una almohada por lo que se movió como gusano para encontrar algo a lo que aferrarse. Sin embargo termino cayendo de lleno en el piso, no recordaba que su cama fuera tan pequeña.
― ¿Qué mier...? – cuestionó al abrir los ojos y ver a su alrededor
Incluso al ver su cuerpo se notaba que era el de un adolescente, es como si otra vez tuviera catorce años. Se sorprendió completamente al ver su habitación, aquella que tenía en la casa de sus padres, en las paredes estaban todos los posters que le había costado conseguir y en su cómoda estaba el maquillaje que la señora Choi le había regalado para la última navidad.
― ¡Jiminnie! – lo llamó una voz gruesa, la voz que recordaba era de su padre – ¡La escuela espera!
― ¿Papá? – susurro impresionado
No entendía nada, enserio no lo entendía, recordaba bien que la noche anterior había tenido un extenuante concierto y que ese día tenía que preparar sus maletas porque viajarían al siguiente país, sería el último concierto del tour y estaban emocionados. También recuerda que tenía un montón de regalos de sus fans, algunas banderas que había recogido del escenario y, por supuesto, recordaba haber besado a Yoongi hasta que ambos cayeron dormidos.
― ¿Jiminnie? – cuestionó su padre mientras abría la puerta, estaba tal como lo recordaba, su cabello castaño y sus mejillas abultadas, tan similares a las propias - ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?
― Papá, estás aquí, estás bien – sollozo mientras era abrazado por el hombre – Te extrañe tanto, tanto
― Oh vamos cariño, solo había ido a Seúl por unos cuantos días, pero ya volví – sonrió con cariño – Vamos a comer y pasemos el día juntos ¿te parece?
― ¿Y... mamá? – cuestionó confuso
― Tu madre... ella no está y no creo que nos vaya a molestar el día de hoy – sonrió mientras se levantaba
Jimin intentó calmarse, no entendía nada de lo que pasaba, se sentía tan real. Su padre se escuchaba tan real, solo quería aferrarse a ese lindo sentimiento en su pecho, pasar un día más con su padre.
