¡Maquillame por favor! - YoonMin

Narración XII

Yoongi estaba sorprendido, gratamente sorprendido y es que su novio le estaba pidiendo que hicieran el amor. Podría sonar muy cursi pero realmente se sentía enamorado de Jimin, era tan dulce, tan risueño, tan él. Simplemente para Yoongi, Jimin era perfecto y ahora que se estaba entregando a él, se sentía de lo más feliz.

- ¿Seguro? Una vez que comience dudo poder detenerme - susurro 

- Sí, te deseo, te quiero - susurro avergonzado

- Jimin - suspiró comenzando a besarlo

Ambos se besaban lento, suave, con pasión pero sin apresurarse. Para Yoongi era delicioso besar los esponjosos labios de su novio, cada que podían se escabullian para poder besarse a gusto, claro que habían ocasiones en las que eran atrapados y otras tantas en las que debían dejar los mimos de lado para poder concentrarse en el trabajo, odiaban eso pero no podían hacer otra cosa más que esforzarse.

Yoongi delineo la marcada figura del menor, Jimin era una exquisita pieza de arte. Era hermoso, es hombre por supuesto, pero tenía cierto aire femenino que lo hacía sexy. Por ejemplo su figura, tenía una pequeña cintura, caderas anchas y suponía que era debido al baile que practicaba desde temprana edad. 

Por supuesto Yoongi amaba los muslos gruesos además del trasero regordete que el menor tenía, por las noches recordar al menor semidesnudo le ayudaba a poder relajarse de una manera bastante placentera. 

El pelinegro bajó sus besos de manera sensual a lo largo del cuello, mordia de manera leve, no queria dejar marcas en lugares públicos y no es porque no quisiera que nadie supiera, la realidad es que deseaba más que nadie que todos supieran que Jimin ya tenía a alguien, pero no podía. Sus fans aún no estaban listos, lo sabían y por eso esperarian un poco más.

Llegó a los pezones, de color café claro, eran tan pequeños y lindos. Saco la lengua para disfrutarlos, escucho un dulce gemido a la par que veía como Jimin se contorsionaba de manera sensual, ese pequeño lo iba a matar gracias a la erección que le hacía tener. Mordió el pezón mientras su otra mano retorcia el otro, Jimin no sabía que hacer más que gemir. 

Jimin ciertamente no era virgen, no era un santo y sabía que cosas le ponían y que cosas no. Por ejemplo ver cómo su novio chupaba su pecho y mordia sus pezones, era algo que jamás olvidaría. Ningún otro había sido tan atento, tan dulce como Yoongi. Veía como el mayor bajaba poco a poco por su cuerpo, besando, acariciando, mimando, amando su cuerpo por completo. 

Los ex novios de Jimin parecían tener algún tipo de problema con que él fuera hombre, pocas veces había tenido tanto placer como hasta ahora. Sintió su ropa interior deslizarse por sus piernas, Yoongi deslizaba la tela mientras se arrodillaba frente al menor, tomó una de las piernas del menor para comenzar a besarla desde el tobillo, seguía su camino mordiendo y lamiendo, dejando una que otra marca. 

Jimin soltaba suspiros, Yoongi disfrutaba de la dulce melodía ¿podría hacer una canción con los gemidos de Jimin? Sería una canción maravillosa pero no dejaría que nadie más la escuchara, solo entre ellos la escucharían. Cada que hicieran el amor, podría poner la pista y así amarse.

Yoongi llegó al miembro de Jimin, con su mano acarició la erección observando como el menor se tensaba. Un brillo de lujuria iluminó sus ojos, acercó su rostro para delinear la abertura de la uretra, su lengua simulaba pequeñas embestidas sobre la pequeña entrada haciendo que Jimin gimiera de gusto y se aferrara a las sábanas para contener el movimiento natural que adquirían sus caderas.

- Yoongi - gimio al sentir la lengua lamer su glande como su fuera una dulce paleta

El mayor continuó su recorrido dejando una gran lamida por todo el pene erguido de Jimin, hasta llegar a los testículos en donde se dedicó a chuparlos y morderlos muy suavemente, lo suficiente para hacer gemir al menor. Subió nuevamente, esta vez para meter la erección a su boca, Jimin sentía la cavidad caliente de su novio, estaba húmedo, la lengua se movía inquieta y Yoongi succionaba poco a poco, sentía que podría estallar, un poco más y lo haría.