III

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〰〰🔻"Sin sangre no hay diversión,
Si no hay diversión no hay pinturas"🔺〰〰

El olor a sangre combinada con la pintura era sin duda el mejor aroma que podría encontrar en este maldito mundo.

Llevaba toda la tarde haciéndo un dibujo de la pintura que pensaba hacer, tenía un cuadernillo especialmente para ello y la mitad de las hojas estaban ya usadas, nisiquiera entendía su afición por pintar. Talvez era el color rojo o las muestras de sangre ya demaciado viejas inundando el lugar con un olor putrefacto, quizas también las pinturas, cada una era un retrato, uno de cada una de sus victimas, con su misma sangre también.

Las imágenes eran tan reales y aterradoras que una persona cuerda no soportaría mirarla un segundo sin perder el minuto en pensar el gran dolor que habría sufrido aquella persona.

Pero no, nadie podía verlo, nadie podía saberlo, el se encargaría de ello.

Su nueva pintura era sobre una mujer, una muy hermosa, ojos grandes con un deliniado de gato tan fino como lo era ella, una perfecta nariz respingada y unos labios gruesos y carnosos, que si no ubiera estado su cara tan deformada hubiera sido una gran modelo, pero el ubiera no existe y la compasión el Jungkook tampoco. Su precioso ojo cafe oscuro estaba tan dilatado y con lagrimas en su ojo mientras un par de ellas se habían resbalado por su bello rostro, su hermosa nariz estaba roja y un gran rasguño estaba en ella, por su boca carnosa salía sangre y un gran moretón hacía en el costado de su labio inferior. En su ojos derecho estaba una gran rosa, una rosa que tapaba todo su ojo, mientras sangre emanaba de el mismo, por todos sus orificios salían plantas, lo peor, es que la rosa incrustada en su ojo o los grandes golpes que recibió, no fue lo que causo su muerte, fue la delgada soga en la parte de su cuello inchado y amoratado lo que en verdad la hizo morir. Pero Jeon Jungkook decidió que eso arruinaba la pintura, por lo que cambió la soga por un delgado tallo de rosa con enormes espinas. Aunque aquella mujer tenía mucho tiempo de haber sido acesinada brutalmente, aún recordaba sus facciones y la forma en que la torturó.

Fue una más de sus "amoríos" que duro masomenos un mes, solo en el tiempo que tardo en tener más confianza entre ellos.

Cuando decidió que era suficiente, salió de su habitación especial, una lejos de las demás habitaciones, ya que no era muy agradable oler la sangre podrida todo el día, además, que sería sumamente sospechoso, el cuarto nisiquiera se podía ver y tenía un material especial que no dejaba que nada saliera, eso contaba el olor y el sonido.

Realmente su mente nunca descansaba, si algo lo molestaba lo acababa y su nueva secretaria era un fastidio, ademas era bonita y queria verla en una de sus pinturas. Talvez por que nada lo llenaba.

Una cara bonita, para el no era la gran cosa, se tenía a el para mirarse todo el día. Unos buenos sentimientos no lo hacían ponerse nervioso o que le latiera el corazón más rápido. Un cuerpo desnudo aunque lo hacía tener una erección, no lograba sentir tanto placer a no ser que estuviera llenos de moretones y heridas echas por él, ahí sí podría follar todo el día.

Era un hombre difícil con fetiches raros, su mente estaba tan dañada que nisiquiera la persona más masoquista aguantaria un día con él, literal, ya que mataba a todos los que habían querido algo serio con él.

Hubo chicas, chicos, mujeres casadas, viudas y diborciadas. Pero a él nada lo llenaba tanto de placer como ver sangre hemanando de un cuerpo ageno sin control alguno.

A pesar de llevar un número grande de víctimas, no había alguien que sospechaba de él. Por que vamos, él es listo, sabía como hacerlo y cuando, su mente esta tan lleno de malicia que sabía como fingir con la sociedad. ¿Quien sospecharía de alguen cuya sonrisa es semejante a la de un niño de cinco años? Su personalidad tan frágil y amable llena de mentira era tan abrumadora que lo único que quisieran hacer es cuidarlo de todo mal.

A vista de muchos él era alguien inocente, alguien a quien deberían de cuidar, sin saber que los que se tienen que cuidar son ellos mismos. Debido a que aparentaba menos edad las personas inconcientemente trataban de protegerlo.

Pero eso a él le convenía, jodidamente le convenía, entre mas confianza, más personas, entre más personas más sangre, entre mas sangre más diversión, y sin diversión no hay pinturas.

The Painter. -Kookv [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora