XXII

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                                                                                                                        -ROSA ROJA.🌹-

Jungkook se sentía un poco harto de Taehyung, pues supuestamente el castaño era muy moral.

A pesar de estar sumamente manipulado, Taehyung aún estaba en la idea de no participar en nada.

Y bueno, entonces si no podía contar con él, ¿para qué lo quería?

Últimamente, Taehyung se sentía como una carga para el pelinegro. Aún le gustaba y le parecía la cosa más bonita que había tenido, pero su actitud tan correcta le parecía patética.

Por lo que estaba a punto de acabar con todo. Estaba cansado. Sentía que estaba retrocediendo en lugar de avanzar, y todo por ese bonito castaño.

En cuanto amaneció, se dirigió hacia su habitación favorita; sin embargo, no la usaría. Tenía planeado algo increíble. Era momento de terminar de una vez. Estaba convencido de que era ahora.

Al regresar a la habitación donde dormían ambos, llevó consigo el cofre donde guardaba todas sus herramientas favoritas.

—Taehyung —habló Jungkook despertando al castaño moviéndolo un poco. El menor respondió con un quejido y entonces el pelinegro continuó—. Te tengo una sorpresa.

Ni siquiera le dio tiempo al castaño de hablar, pues el pelinegro tomó una soga en su mano y ató al menor a la cama.

No fue ni un poquito cuidadoso con él, como lo era normalmente, pero de igual manera el castaño no se quejó.

Después de un par de minutos en los que Jungkook estaba pensando en qué hacer con el castaño, Taehyung decidió preguntar.

—¿Qué haces? —preguntó en un hilo de voz, sintiendo los nervios recorrer su espalda. Jungkook sonrió macabramente con sus ojos oscurecidos y Taehyung supo que estaba acabado.

No era una sonrisa normal como las que normalmente recibía; esa, estaba seguro, llevaba una pizca de coraje.

—Tranquilo, prometo que no te dolerá tanto —mostró sus palmas de las manos como promesa y sus cejas se arquearon curiosamente de manera macabra.

Sin perder el tiempo, Jungkook sacó su lienzo para pintar. Sería la pintura más hermosa de toda su colección, de eso estaba seguro. De su maletín sacó un bisturí junto con un pincel de punta delgada. Verdaderamente estaba emocionado.

Los ojos de Taehyung se abrieron con miedo. Se sentía débil y el dolor en sus muñecas y tobillos no le permitían moverse en absoluto. Por primera vez sintió verdadero miedo y cuando el pelinegro mostró el objeto cortante, vio su vida pasar en un segundo.

—Eres una obra de arte, Taehyung, hermoso, y no hay mejor forma de conservar eso que en esto, un autorretrato. ¿No es increíble? Podré llevarte donde yo quiera sin escuchar ni una puta palabra más de ti —se acercó al menor y, estirando la playera de este, la terminó cortando y quitando de su anatomía—. Estoy harto de tu poca cooperación conmigo. Tengo cosas que hacer y todo apunta a que es el momento perfecto para actuar. Tú solo estás retrasando todo.

Cuando el menor sintió el frío en su piel expuesta, comenzó a temblar más notoriamente e incluso algunas lágrimas salieron, pero su garganta se sentía seca y con un nudo en el pecho.

—¿De qué hablas? —pronunció Taehyung una vez que pudo hablar.

Las facciones de Jungkook parecieron oscurecerse más y el menor sintió una mala corazonada.

—Te voy a matar, Taehyung —dijo obvio—. Te pintaré en el cuadro más bonito que he hecho y así no me sentiré tan mal de perderte —se acercó al menor y, analizando su rostro, acarició su pómulo con suavidad y se resistió de besar sus labios—. ¿Ves cuánto te quiero?

The Painter. -Kookv [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora