XXIV

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Taehyung se despertó confundido, sintiendo la luz encandilarlo al momento de abrir los ojos, los cuales se sentían pesados y un poco hinchados.

Estaba confundido. No sabía con exactitud todo lo que había pasado la noche anterior porque todo parecía un sueño. Las imágenes borrosas aparecieron como lagunas mentales y se tomó varios segundos tratando de recordar la noche anterior.

Deseaba con todo su ser que fuera una pesadilla. Lamentablemente, no lo era, y lo supo cuando al mirar su cuerpo, varias vendas rodeaban partes de este, siendo consciente del dolor en toda su anatomía.

Incluso sintió su cabeza dar vueltas al momento en que se enderezó en la cama.

Y nuevamente ese sentimiento volvió. No siendo suficiente el dolor en todo su cuerpo, también su pecho comenzó a doler al mirar la gran venda que lo rodeaba.

Su cuerpo era un desastre, pero estaba seguro de que esa herida no era la culpable de que su pecho doliera. No, era algo más profundo.

Sentía el dolor de la traición.

En ese momento le dolía siquiera recordar a Jungkook, aunque de alguna forma en lo más profundo de él deseaba ver a Jungkook junto a él.

No era la primera vez que lo hería, pero sí era la primera vez que lo dejaba solo mientras se recuperaba. Y eso, para el menor, marcaba una gran diferencia.

Jungkook ya no lo quería.

Entonces su pecho comenzó a apretarse más y un intenso mareo se apoderó de él, sintiéndose casi incapaz de poder respirar adecuadamente. Se moriría si Jungkook no cuidaba de él.

La idea de que Jungkook lo hubiera abandonado lo ponía mal, era inaceptable.

Era... lo único que tenía.

De pronto, una, dos, tres lágrimas salieron de sus ojos mientras luchaba por agarrar un poco de aire. Necesitaba salir.

Con un movimiento rápido trató de levantarse de la cama, fallando al sentir sus piernas débiles e inmediatamente cayó de rodillas, sintiendo aún más temor por su salud. Mierda, iba a morir.

Miró la ventana de la habitación, sintiendo cómo todo le daba vueltas, dándose cuenta de que era de noche. Era de noche y Jungkook no volvía; él definitivamente lo había abandonado ahí. Jungkook se había ido, pero ¿a dónde?

Comenzó a hiperventilar, sintiéndose sumamente culpable. Era débil. Si tan solo hubiera soportado un poco más las torturas de Jungkook, él estaría a su lado curando sus heridas. Pero no, él lo había abandonado.

—Eres un estúpido —comenzó a insultarse, tomando su cabello entre sus dedos y en un impulso por no pensar, tiró de ellos, fuerte, pues solo el dolor era capaz de callar su mente.

Pero Jungkook lo abandonó.

Su llanto empeoró al momento de sentir cómo la sangre se esparcía por una de las vendas, estando asustado de toda la sangre que salía de ese lugar. Mierda, iba a morir. Y iba a morir solo.

Trató de apretar fuerte el lugar, pero sus manos temblaban y su corazón parecía que saldría en cualquier momento de su pecho. Estaba tan asustado que no era capaz de pensar correctamente. Miró en todas direcciones, pero nuevamente todo estaba un poco oscuro y no encontraba algo que lo tranquilizara.

Dándose por vencido, se hizo bolita en el lugar donde se encontraba, tratando de controlarse mientras hiperventilaba.

De pronto, la puerta de la entrada sonó, avisando la llegada de alguien. Esto, de alguna forma, esperanzó un poco al castaño, intentando enderezarse para lograr ver hacia allí y cuando miró la silueta de Jungkook, le importó poco el dolor en todo su cuerpo. En cuanto el pelinegro puso un pie en la habitación, Taehyung se lanzó completamente en dirección a él, lo cual hizo que Jungkook lo sostuviera entre sus brazos, tratando de que no se cayera por lo débil que se encontraba.

—Prometo no volver a negarme a algo —habló completamente convencido de ello, mirando el rostro de Jungkook. Era ridículo, pero él en verdad lo extrañó. Ni siquiera le importó la herida del pie que volvió a sangrar.

Jungkook lo miró, buscando palabras para decirle que tenían que irse en ese momento porque probablemente los estarían buscando, pero al mirar a Taehyung tan herido, se preocupó un poco.

—Taehyung, tengo que salir de la ciudad por trabajo, ven conmigo —dijo, y Taehyung pareció no notar la preocupación en sus ojos.

—Claro, voy a donde tú quieras —contestó, aún corriendo lágrimas en sus ojos.

Ahora que había sentido el doloroso abandono de Jungkook, se daba cuenta de que no era capaz de continuar solo por la vida. Jungkook era la única persona que lo quería, a su manera, pero lo hacía. Incluso lo llevaría con él.

—Tenemos que irnos ahora mismo —dijo, siendo ahora consciente de todas las vendas que rodeaban al menor.

Si no lo hubiera herido la noche anterior, todo sería más fácil.

Mientras Jungkook curaba la herida del pie de Taehyung, este se mantuvo pensativo. Ni siquiera era capaz de mirar al pelinegro, recordando una y otra vez la noche anterior con un poco de tristeza. La habitación estaba un poco oscura a excepción de la lámpara de noche que permitía ver mejor a Jungkook.

Cuando Taehyung miró al pelinegro después de un debate mental, sintió desconocerlo. ¿Cómo esos ojos bonitos fueron capaces de mirarlo con odio la noche anterior y sus labios, los cuales había besado muchas veces, eran capaces de darle la sonrisa más macabra que había visto? ¿Acaso era el mismo que había conocido la noche de Navidad?

—¿Por qué me miras así? —preguntó el pelinegro, mirándolo de soslayo mientras comenzaba a vendar el pie contrario con cuidado.

—Eres un mentiroso —dijo Taehyung mientras buscaba su mirada, su voz era seca y un poco apagada.

—¿Por qué lo dices? —preguntó tranquilo, tratando de no alterarse al sentirse tan cansado.

—Me mentiste cuando dijiste que me querías. Dijiste que éramos una pareja hermosa, incluso asesinaste personas. No soy experto, pero también soy una persona abandonada y no actúo así.

Los ojos del pelinegro se dirigieron a él rápidamente. No quería enojarse, pero cuando menos lo esperó, ya tenía el cabello del menor entre sus dedos y acercando su cara a la de él. Taehyung pareció no sorprenderse mucho.

—Deja de actuar como si tuvieras la razón. Dijiste que harías lo que yo quisiera. Así que cierra la puta boca.

—Voy a hacer lo que me digas, pero me parece extraño.

—Solo cállate —repitió el mayor y besó los labios contrarios, siendo correspondido por el menor.

La mañana se acercaba y ellos ya se encontraban en el automóvil del mayor sobre la carretera. Siendo casi presente el amanecer en el cielo, Taehyung no sabía a dónde se dirigían, pero tenía un mal presentimiento.









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Espero que les guste el capítulo ya casi termina la historia así que espero le estén entendiendo ya que en los siguientes capítulos se explicará muchos puntos que pues son necesarios para entender la historia.

The Painter. -Kookv [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora