Padre De Un Asesino

Capítulo 7.

Al irme del baño me escondí detrás de la puerta de mi cuarto y entro Dante para limpiarlo. No era la primera vez que limpiaba sangre al parecer.
Después de un rato me quedé sentado en el comedor, llego y comenzó a preparar el almuerzo.

-¿Que tal la escuela?- le pregunte con una mirada fulminante.

-bastante bien, fue un primer dia bastante aburrido-

-¿Y no pasó nada interesante?-

-N-no, nada..-

-Enserio?- Me acerqué a él y le apreté la mano.
-¿Que te paso ahí?-

-No te preocupes papá. Me caí de la escalera.-

Al revelar su mano era obvio, estaba rota.

-Mira hijo, yo me he caído varias veces de las escaleras, y aunque hayas aterrizado con el puño te habrías roto hasta el codo. ¿Que pasó?-

Miro hacia el fondo de la habitación y soltó un suspiro. -Hice enojar al chico equivocado y me agarró en el baño.-

-¿Que te hizo?-

-Me agarró en grupo, me golpearon. Trate de defenderme y fue peor, uno saco una navaja- Se levantó la manga del otro brazo, tenía una venda desde el codo hasta la parte de abajo del hombro. Al quitársela tenía un corte bastante profundo de inicio a fin.

-Cuantos eran-

-Al rededor de 5.-

-Le dijiste a los chicos?-

Me esquivó la mirada -No..-

No es tan diferente a mi. Y eso no es bueno.

-Vamos al hospital, ese vendaje de novato podría hacer que se te infecte. Y hay que ponerte un yeso en la mano, ¿Esa es tu mano hábil?-

-No, por suerte soy derecho.-

Al llegar al hospital fue algo de rutina, darle los datos de ambos, lo cual fue un problema, aún no me llegaba su libreta médica ni su documento.
Por suerte el se sabía sus datos de memoria y lo trataron bastante rápido.

Al salir del hospital eran las 2 A.M, ninguno de los 2 había comido nada, volviendo a casa tomamos un desvió, buscando algún sitio de 24 horas abierto donde vendan alguna comida rápida para comer.

luego de casi una hora encontramos un camión de comida abierto, ¿raro?, claro que si, pero para el hambre no hay pan duro.

Me acerque con intensiones sencillas, comprar 2 hamburguesas para poder comer con mi hijo.

-buenas noches, me gustaría pedirle dos ham.-

-Lo siento, pero no damos comida a indigentes- me contesto una señorita de al menos unos 19 años negándome el servicio y cerrando la ventana del camión.

Enojado, golpee con fuerza la ventana.

-Señor ya le dije que n.- Sin dejarla terminar de hablar apoye un billete de 100 dólares frente a ella.

Me miro con enfado, pero lo único que hizo fue preguntarme que iba a pedir.

-Dos hamburguesas, y no te preocupes por el dinero, dame las más caras que tengas.- Contesté en tono burlón.

-Disculpe señor, pero nuestras hamburguesas valen solo 15 dólares, y por dos serian 30,¿ no tiene un billete mas chico?- 

-No te preocupes, dame una orden de papas fritas con queso, y dos sodas, de cola.- 

Después de 10 minutos esperando me dio la comida e intentó cerrar la ventana, la detuve poniendo mi mano.

-Se le ofrece algo más señor?- Contestó algo molesta,

-Lo siento por molestarte, pero te diste cuenta de lo mal que me trataste antes de que ordene algo?, No soy quien para decirte como hacer tu trabajo, pero a una persona no se le niega ningún servicio, y es de "personas" el tratar bien a alguien a pesar de su clase social- luego de un sermón que duro más de lo que duran los capítulos que sube el autor de esta historia volví con Dante para darle la comida.

Nos sentamos en el suelo, mirando el cielo estrellado a un costado del camión.

-Que tanto miras?- le pregunté extrañado, tenia la mirada perdida mirando el cielo.

-Solo disfruto de la vista, y ahora de la compañía- dijo sonriendo

-ten tu hamburguesa-

-gracias, hace años que no comía una hamburguesa.- dijo dándole un mordisco a la comida.

-Tu mamá no las hacia? Cuando vivíamos juntos era nuestra comida de todos los días, no sabia hacer otra cosa.- Le dije extrañado, esa mujer podía vivir a base de comida chatarra, y lo peor es que nunca se la veía engordar.

-En realidad mamá no estaba tanto tiempo en casa, y como no había quien me cuidase me envió a un internado por un tiempo bastante extenso.- 

-Vaya, y como es que ella terminó en donde esta?- le pregunté extrañado, si en algo era buena ella, era en utilizar sus encantos para salir de momentos difíciles.

-Al parecer intento estafar a un viejo rico y el la descubrió y trató de matarla asfixiándola, pero  se liberó y le golpeo la cabeza con una lámpara, y el levantó cargos hacia ella y perdió el juicio y le dieron 2 años en una cárcel de mínima seguridad.-

-Vaya, esa mujer siempre vivió al limite, pero 2 años por golpear a un tipo rico no está tan mal.- le dije antes de volver a un silencio incomodo que duro 2 minutos.

-Y como eras a mi edad papá?- Pregunto metiendo una papa frita a su boca

Mire al suelo por unos segundos, hace tantos años que no me ponía a pensar en el pasado, en mi madre, en mis hermanos, o en mi abuelo..