Capítulo 5

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El astro luz finalmente había abandonado el día para dejar en su lugar, a una esplendorosa luna que iluminaba magníficamente aquel sinfónico jardín. Los sonidos orquestados por los seres diminutos que en él existían, llenaban los oídos de Jungkook cual si fuera su música preferida.

El azabache se encontraba inerte, con la mirada en el cielo nocturno y resguardaba sus manos en sus bolsillos puesto que la noche no sólo había traído quietud, sino que también había traído consigo vientos bastante fríos.

Agosto llegaba a su fin y Jungkook quería disfrutar de la última noche del mes a su manera: con sus ojos en el cielo.
El aludido se encontraba simplemente admirando las estrellas, maravillado por los colores que de ellas irradiaban. Ese color gris y ese azul eran sus favoritos.

De pronto, como si de magia se hubiera tratado, una estrella fugaz recorrió el cielo, haciendo que Jungkook abriera sus ojos verdaderamente sorprendido. Nunca en su vida había visto tal suceso que algunas personas consideraban tan común. ¿Era hoy su día de suerte?

Cualquier persona pensaría que lo primero que Jungkook hizo fue pedir un deseo. Y es normal, todos lo hacen. Las personas que tienen la fortuna de ser testigos de un fenómeno tan fortuito con ese, esperan ser recompensados con su más grande anhelo.
Pero Jungkook no veía las cosas como los demás.

Al ser espectador de tan hermoso espectáculo, no pensó en otra cosa que no fuera Taehyung. Quería que estuviera ahí. Quería que el castaño presenciara junto con él, aquel magnífico trazo luminoso que el objeto rocoso había dibujado en el cielo.

Jungkook esbozó una media sonrisa al darse cuenta de que volvía a pensar en él, en Kim Taehyung. No importaba a dónde fuera, con quien estuviera o de qué hablara, su mente siempre estaba invadida del rostro del castaño. ¿En qué momento se había enamorado tanto de él? ¿En qué momento había dejado de lado su ocupada vida, para dedicarse enteramente a observar esos ojos chocolates que siempre lo dejaban deseoso de más atención?

Había transcurrido un mes desde que Jungkook conoció a Taehyung, se había hecho su prometido y se había casado con él. Treinta útiles días en donde ambos tuvieron la oportunidad de conocerse mejor, de hacer preguntas y descubrir lo más que podían sobre el contrario. Tiempo valioso que Jungkook había aprovechado para acercase más a Taehyung. Cosa que sin duda estaba logrando con éxito.

Algunos días después de la boda, ambas familias se habían sentado a hablar sobre el futuro de la pareja como si de un tema público se tratara.
La familia de Taehyung se encontraba a la izquierda y la familia de Jungkook a la derecha de la mesa, dejando a los aludidos sentados en el centro de esta. Ambos observaban atentos -y callados- la discusión que se desenvolvia frente a ellos.
Y bueno, ellos tampoco hicieron mucho por opinar ya que estaban seguros de que sus comentarios no tendrían ni el más mínimo peso. Si ya los habían casado a la fuerza y sin preguntar, ninguna esperanza tenían de que ahora tomaran sus opiniones en consideración.

— Creo que deberian vivir en nuestra casa. — dijo la madre de Taehyung y explicó a los demás — Será incómodo que ambos vivan en una casa solos, considerando el contexto de este matrimonio. Podemos hacer un espacio ideal para el trabajo de Jungkook, y Taehyung seguirá utilizando su estudio de arte.

Y así de sencillo habían decidido que la pareja viviría en casa de Taehyung. Los padres de Jungkook habían aceptado de inmediato.
En el fondo, la decisión le había agradado al castaño, puesto que ese era su hogar y no quería irse de ahí.

Blue & Grey ⚘ | KookTae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora