⚘ Pareja principal: KookV/ KookTae.
⚘ Contenido homosexual
⚘ Versatilidad ocasional.
⚘ No M-Preg. No Omegaverse.
⚘ Contenido maduro [+18]
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Jeon Jungkook es un hombre de 25 años quien, a pesar de su juventud, ya es reconocido en el mundo de la...
[AVISO: Este capítulo tiene contenido adulto. Puede incluir lenguaje explícito, relaciones sexuales, palabras altisonantes y/o violencia física o verbal] [Leer con discreción]
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Sus labios húmedos por el reciente beso inesperado, palpitando y enrojecidos, las manos de Taehyung tocando su cuerpo por encima de su camisa y montándolo en su estómago. Aún mareado, y recién volviendo a la realidad, Jungkook alejó sus manos de las piernas del castaño y las cerró en puños.
— ¿Qué haces, Taehyung?
— ¿No he sido ya bastante claro? — dijo Taehyung a la vez que se acomodaba mejor en su asiento humano, provocando ese roce en sus entrepiernas que hizo estremecer silenciosamente a Jungkook.
Jungkook quería tocarlo, quería tomarlo por la cintura y girarlo, para luego posicionarse sobre su cuerpo y hacerle mil cosas, todas esas cosas que imaginó hacerle cada noche y que se habían intensificado después de que lo tuvo para él, esa noche que el cuerpo de Taehyung fue suyo, esa noche que se hundió en el placer junto con el castaño, esa misma noche que Jungkook también recordaba con demasiado remordimiento y culpa.
— Taehyung... no. — Jungkook tomó al aludido por la cintura y de un sólo movimiento lo obligó a que se bajara de su cuerpo. Taehyung no puso resistencia y tampoco pudo decir nada, su semblante se tornó de uno travieso a uno de sorpresa. Estaba alterado, incluso un poco herido ante el evidente rechazo de Jungkook.
Evidentemente ambos hombres se hundieron en un silencio casi insoportable. Los dos estaban sentados en la cama, Taehyung con sus piernas cruzadas y jugando con sus manos con aires desanimados, mientras que Jungkook estaba en la misma posición, pero un poco más en la orilla de la cama, como si estuviera listo para en cualquier momento correr fuera de la habitación; sus rodillas apenas tocando las del contrario, casi casi tratando de evitar cualquier roce porque el ambiente ahora era de incomodidad, un sentimiento que ni siquiera habían sentido esa primera vez que se vieron.
Las palabras no salían de la boca de ninguno.
Jungkook estaba atormentandose en su mente con esos míseros pensamientos que le hacían doler la cabeza en demasía, y Taehyung estaba invadido en la vergüenza que sintió ante la negativa de Jungkook y el dolor en su pecho al considerar que éste quizá ya no lo deseaba de la misma manera que antes.
Después de sólo un par de minutos que parecieron eternos, Taehyung por fin alzó la vista y miró a Jungkook de soslayo. El azabache tenía una expresión extraña, una que Taehyung no alcanzó a entender del todo: era como si en cualquier momento fuera a ponerse a llorar, como si estuviera herido, como si quisiera decir tantas cosas pero que nada más no se atrevía a pronunciar.
