Blue & Grey ⚘ | KookTae |

Capítulo 31

[Todavía que lo subí tarde, y Wattpad no dejaba leerlo🧍🏻‍♀️

¡No puede seeeeeeeeer!

Bueno, una disculpa pública 🤡

Tarde, pero seguro ☝🏼]

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[AVISO: Este capítulo tiene contenido adulto. Puede incluir lenguaje explícito, relaciones sexuales, palabras altisonantes y/o violencia física o verbal]
[Leer con discreción]

– Parte 2 –

Yoongi por fin detuvo el auto. El sutil sonido del motor apagándose se perdió en el estruendo de aquella cruel tormenta. La lluvia golpeaba sin piedad el asfalto húmedo, provocando que las ventanas crujieran y los fuertes vientos silbaran.

Después de una eterna hora, Min Yoongi por fin había logrado llegar al lujoso edificio en donde, supuestamente, vivía el chico pelirubio que ahora dormía plácidamente en el asiento del copiloto. Park Jimin, así se llamaba el chico.

Bonito nombre, pensó Yoongi.

El auto se quedó en total silencio, contrastando con la bestial tormenta que se sucitaba en todo Seúl. En la avenida que tenía a su lado izquierdo ya no pasaban autos, todos se mantenían resguardados en casa. Todos menos ellos, evidentemente.

Faltaban sólo algunos minutos para que diera la media noche. La música que había hecho de fondo durante todo el camino hasta ahí, ya no estaba tampoco. La lluvia había disminuido, pero no parecía que iba a detenerse, los relámpagos seguían haciendo fiesta detrás de las nubes oscuras. Y en el interior del auto, sólo su respiración y la del otro sujeto... Jimin, podían escucharse.

El ruido de la tormenta se escuchaba amortiguado en el interior del auto, permitiéndole a Yoongi tener un poco de quietud y silencio. Y aquello dio pauta para que sus pensamientos, tan caóticos para ese entonces, empezaran a jugar con su cordura.

¿Por qué se había ofrecido a llevar al chico ese a su casa? Yoongi no lo entendía ¿Por qué lo hizo, de verdad? ¿Qué había sido ese tonto impulso? ¿En qué momento su boca empezó a tener vida propia y decir cosas sin pedirle permiso primero? ¿O es que de pronto tenía ganas de ser taxista, o chófer? ¿Era eso?

Yoongi torció el gesto, se sentía un poco avergonzado con la situación. Por Dios, acababa de conocer al chico. ¿Por qué molestarse en hacer eso? Ya casi era media noche, él tenía trabajo al día siguiente muy temprano; y sin embargo, ahí estaba, esperando pacientemente a que el chico pelirubio diera alguna señal de vida y sólo así poder asegurarse de que estuviera bien y a salvo en su hogar. Pero seguía siendo extraño, porque él nunca era así. Yoongi nunca era tan impulsivo ni servicial.