El día del concurso de piano del este de Japón había llegado.
Cienes de personas empezaban a llegar entre una fuerte nevada y bastante frio al auditorio. El lugar estaba casi lleno por completo.
Desde los camerinos se escuchaban los ruidos de las personas al hablar.
El ambiente en un camerino es bastante tenso. La mayoría aún sigue repasando las partituras o tratando de mantener la calma. Aún no habían comenzado a tocar los pianistas, pero ya la muchos estaban deseando que fuera su turno.
Mientras que la mente de todos estaba en concentrarse para tocar lo mejor posible la mía no estaba en este auditorio…
. . .
—Empezaremos a anestesiarte, por favor respira profundo.
En el quirófano el doctor se había acercado a Kaori para aplicarle la anestesia. Estaba acostada en la camilla del hospital. A su alrededor había varios médicos a cargo de la operación. La cirugía estaba a punto de empezar…
—Doctor, ¿Sabía que todos tenemos a alguien que nos dé un beso de despedida? —dijo Kaori con una inmensa tranquilidad y una sonrisa en su cara.
Los ojos de Kaori se empezaron a cerrar poco a poco. Su visión comenzó a hacerse borrosa, hasta que… quedó en una inmensa oscuridad.
. . .
La música en el auditorio había empezado a sonar.
Ya habían participado varios pianistas y ahora en la tarima estaba Igawa-san.
La melodía que estaba tocando sonaba sumamente imponente. La mayoría de espectadores estaban asombrados por del sonido que producían sus manos al presionar las teclas.
—Es impresionante —decían muchos en voz baja.
Igawa-san dio por terminada su pieza. La multitud aplaudió asombrada. La reacción del público fue aún mejor que la que hubo con Aiza minutos atrás. Una ejecución digna de una competencia…
—Solo puedo suspirar —exclamó Nagi asombrada— Mi hermano también hizo una buena actuación, pero ella no se queda atrás.
Seto-san llegó donde Nagi después de haber estado hablando con la profesora de Igawa-san…
—Seto-sensei —preguntó Nagi preocupada— ¿Cómo está Arima-sensei?
Seto-san suspiró…
—¡Fatal! Lo traje hasta acá pero no sé si podrá tocar, vuelve a estar como hace dos años.
Seto-san: «No solo está en juego que le vaya mal en el concurso si no su futuro como pianista también»
Me encontraba sentado en el pasillo de los camerinos con la cabeza entre las piernas. Mi autoestima estaba increíblemente baja. Si Seto-san no me hubiera traído posiblemente no habría salido de mi cuarto en varios días. Deseaba poder gritar por ayuda, pero no era posible.
«Ayuda» «Ayuda»
Aquel niño de hace tres años volvía a llorar en aquella esquina pidiendo auxilio en mi mente.
—¿Oye que te pasa? ¿Estás bien? —Aiza se había acercado a mí— ¡Voy por medicamentos! Si son para el estómago los traeré enseguida.
Igawa-san que venía saliendo del escenario llegó a donde estábamos Aiza y yo…
—¿No se estará concentrando? —preguntó extrañada.
—¿Ah? Puede ser… pero…
—…tocar… Debo tocar, debo tocar, debo tocar…
El encargado de la lista de los pianistas se asomó al pasillo indicando que ya era mi turno:
—Numero 23, Kousei Arima, enseguida es tu turno, ve preparándote en plataforma…
Me levanté del piso y me apoyé en la pared. Sentía que todo mi cuerpo iba a desfallecer en cualquier momento…
—¡Oye! —dijo Aiza—¿Estás bien?
—Sí. Estoy bien… voy a estar bien.
—¿Que estás bien? —replicó Igawa-san— Cualquiera puede ver que no estás bien. ¡Vamos al médico!
—Lo siento —dije en voz baja— pero, tengo que tocar. Soy un pianista… lo prometí.
Debilitado empecé a caminar hacia la tarima. La luz que desprendía ese auditorio me hacía difícil ver.
En las graderías todas las personas estaban a la expectativa. Todos esperaban a que yo apareciera para tocar.
Al entrar a la tarima una lluvia de aplausos me recibió. Se podía sentir una presión enorme.
Después de haber hecho la reverencia, caminé hacia el piano, me senté en la banqueta y me desabotoné los botones inferiores del saco.
Volví a ver las teclas del piano y pude ver como se empezaban a distorsionar. Se hacían más grandes y se acercaban a mis ojos y al mismo tiempo me llenaban de memorias…
Kaori: —“Te hice recordar cosas que no querías recordar” “Una violinista que no puede sostener ni el arco es una inútil” “No lo olvidaré. Aunque muera no lo olvidaré” “Puedes olvidarlo como si tocaras el botón de reinicio…”
«Debo tocar»
Kaori: —“Para esto hubiera sido mejor no conocernos”
«Debo tocar» «Debo tocar… porque soy un pianista»
Mis manos comenzaron a temblar. Quedé inmóvil. Mi cuerpo no podía reaccionar. En mis manos podía ver la sangre de aquel gato al que no pude salvar.
«¿Será que… a ti tampoco te voy a poder salvar?»
No lo pude soportar más y llevé mis manos a mi cara. Mi respiración estaba entrecortada. Estaba a poco de llorar. Todas las personas quedaron atónitas. No entendían lo que me pasaba.
«¿Pero qué?» «¿Qué?»
. . .
Kaori: —Y vuelves a mirar al suelo…
. . .
¡¡Achu!!
Un estornudo en las graderías me hizo reaccionar.
Las personas en el auditorio se empezaron a reír. En la parte alta de las graderías estaban Tsubaki, Watari y Kashiwagi-san.
—¡Tonta Tsubaki! ¡No la conozco! —decían.
«Así que Tsubaki vino…», dije impresionado…
«…Claro… Tsubaki, Watari, Kashiwagi-san, Nagi, Seto-san, Aiza, Igawa-san… todos me están mirando.»
Volví a ver las luces en el techo…
«Huh parezco un tonto»
*halé aire*
«¡Te prometo que no me rendiré…!»
Llevé mis manos hacia las teclas y volví a ver el piano…
*Cerré mis ojos y los abrí*
«¡¡Porque soy un pianista!!»
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Shigatsu wa Kimi no Uso Nyuansu [Final Alternativo]
FanfictionLa vida de Kousei dio un giro después de conocer a la persona que le cambiaría su existencia para siempre. Su vida empieza a ser como una canción... llena de matices. Aveces sube de intensidad y aveces baja, ya no es monótona como antes. Años despu...