El sábado de la siguiente semana me levanté bastante temprano. Aunque no sentía para nada ganas de despegarme de las cobijas, era inevitable. El día anterior me habían encargado entregar unos documentos en la universidad y aunque hoy mi horario de clases empezaba hasta las 8 me pidieron que llegara a las 7.
Ya ha pasado una semana desde que Nagi y yo empezamos a vivir juntos. Sus padres estuvieron de acuerdo con que era mucho más fácil para ella si se estaba quedando en mi casa. Sinceramente siento que nos hemos acomodado bastante bien. Sin embargo, nuestros horarios son un poco invertidos. Generalmente yo salgo siempre temprano mientras ella aún duerme. La diferencia es que ella prefiere ensayar hasta tarde por lo que es normal que llegue a casa entre las 10 o las 11 de la noche. Me preocupa un poco que esté afuera a esas horas, pero después de todo ya es prácticamente una adulta.
Cuando llegué a la universidad entré directamente hacia la oficina de recepción…
—Ohayougozaimasu!! —saludé mientras abría la puerta.
Me habían dejado muchos papeles que revisar. Era un poco tedioso empezar el día así. En la oficina había tres personas más trabajando frente a las computadoras. Algunas de ellas tenían sus botellitas de energizantes a un lado de su escritorio.
«¿Esta gente no duerme?», me decía mientras los veía disimuladamente.
Es cierto que cada trabajo demanda de un sacrificio, pero llegar al punto de no dormir por trabajar es un poco…
«¡Bueno, tampoco es como que yo pudiera dormir mucho mientras estudiaba en Londres!» «Talvez por eso ahora que soy mayor veo las cosas desde una perspectiva diferente»
La mayoría de papeles que estaba revisando eran expedientes de estudiantes de la facultad de música. Me daba cuenta de que había estudiantes con muy buenos números. Había violinistas, saxofonistas, flautistas que sin duda eran de los mejores de la universidad.
Al parecer la mayoría de expedientes eran de los mejores músicos de la universidad. Mi jefe me había pedido que me fijara en los números de cada uno de ellos y que le entregara los expedientes de los tres mejores.
Era difícil escoger. No podía solo guiarme por un papel. Nunca los había escuchado tocar así que no sabía que tan buenos podrían ser.
Mientras nadaba entre los expedientes encontré uno interesante. Era el expediente de Nagi.
Los números que presentaba eran asombrosos. Ocho veces campeona en el torneo de piano a nivel nacional, cuatro veces premio al mejor músico de la universidad, tres años siendo la mejor pianista de la catedra de piano etc…
—¡Increíble! —exclamé en voz alta asombrado mientras me paraba de la silla.
Las demás personas en la oficina me volvieron a ver…
«¡Agh! ¡Baja la voz que no estás solo!»
Me volví a sentar en la silla con los documentos…
«Si el jefe necesita a tres debería ser a los mejores», me decía.
Sin duda Nagi sería una de las mejores opciones, aunque ¿Debería preguntarle primero a ella?
«¡Naaaah! De por sí yo soy el profesor de piano. Yo puedo decir quienes están capacitados y quiénes no»
Al terminar separé los tres expedientes y se los llevé al jefe…
—Joven Arima —me dijo mientras yo entraba en su oficina— espero que haya podido hacer una buena elección. Estos tres estudiantes tendrán un trabajo bastante importante.
«¿Trabajo?», me pregunté.
El jefe me dejó más dudas que respuestas. Después de todo para lo único que me necesitaba era para escoger esos tres expedientes.
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Shigatsu wa Kimi no Uso Nyuansu [Final Alternativo]
FanficLa vida de Kousei dio un giro después de conocer a la persona que le cambiaría su existencia para siempre. Su vida empieza a ser como una canción... llena de matices. Aveces sube de intensidad y aveces baja, ya no es monótona como antes. Años despu...