A Ti.

1.3K 91 72
                                    

"A ti que me has encontrado en la esquina con los puños apretados, con mi espalda contra el muro y preparada para defenderme, con los ojos bajos, de pie en la fila de los desilusionados..."

La noche había sido algo movida, la tos y el malestar hicieron que Ana durmiese muy poco, despertando frecuentemente al sentirse congestionada y con agobio al respirar. Ya durante la madrugada las medicinas empezaron a hacer efecto y la fotógrafa por fin logró conciliar el sueño, no así Mimi, que no pudo descansar más que un par de horas seguidas, porque se despertaba frecuentemente a verificar el termómetro o simplemente para asegurarse de que Ana siguiera durmiendo tranquila. Luego de comprobar por enésima vez de que Ana ya no tenía fiebre, Mimi decidió ir a tumbarse un rato al sofá, sabía que no lograría hacer más que dar vueltas en la cama y no quería molestar a la morena cuando finalmente estaba descansando.

Apenas eran las siete y la bailarina no acumulaba más de tres horas de sueño seguidas, no se veía capaz de enfrentar clases aquella mañana, así que con cierta reluctancia, pero cumpliendo con la promesa de escuchar más a su cuerpo, mandó unos mensajes pidiendo que alguien cubriera sus primeras clases y avisando que iría a la academia por la tarde. Era demasiado temprano para recibir una respuesta, pero sabía que aceptarían de buen grado, comprendiendo que si lo pedía era porque realmente lo necesitaba. Dejó el móvil en la mesita, volvió a cubrirse con la manta y cerró los ojos esperando que por fin pudiese descansar un poco; más allá de la preocupación por Ana, varias cosas rondaban su mente y la mantenían alerta, impidiendo que se relajara completamente. Era consciente de que no podría resolver nada en aquel momento, pero le era imposible descansar tranquila sabiendo que tenía una situación que podría explotar en cualquier momento, que varias cosas no hacían mucho sentido y que las actitudes de Paula eran cada vez más preocupantes. Su único punto de tranquilidad era saber que no estaba sola, que luego de la conversación con Ana habían vuelto a encontrarse y que enfrentarían juntas lo que viniera, además de estar segura que sus amigos estaban igual o más alerta que ella.

- Porfa dime que la congestión no ha hecho que empiece a roncar...- la voz casi susurrada de Ana y el toque en su rostro lejos de asustarla, hizo que sonriera espontáneamente. La fotógrafa tenía los ojos un poco enrojecidos y el rostro levemente hinchado. Llevaba el pelo suelto, algo revuelto y un pijama gordito- No me mires así- pidió cubriéndose el rostro con las manos.

- ¿Cómo?

- No sé...me mirabas de manera diferente...

- Me preguntaba cómo haces para estar así de guapa a esta hora y con un resfriado encima- Mimi le retiró las manos del rostro y aprovechó la cercanía para dejar un rápido beso en sus labios.

- Has dormido mal y tienes poco criterio- bromeó poniendo los ojos en blanco- Y no me has contestado...

- No, no roncas.

- ¿Entonces por qué ese abandono nocturno?- preguntó- ¿Algún monstruo te ha arrancado de la cama antes de las siete? Pensé que ya te había mal influenciado completamente...

- No podía dormir y no quería molestarte, que tampoco has dormido tan bien ¿Cómo te sientes?

- Un poco revuelta- asumió- Supongo que por tanto jarabe y la tos, pero definitivamente mejor que ayer.

- Bien, luego preparo algo para que desayunes y tratas de seguir descansando.

- En un rato tienes que ir a la academia ¿no? Te queda algo de ropa aquí, no creo que debas pasar por tu casa antes.

- Ya he pedido que alguien cubra mis clases y les avisé que sólo voy a ir por la tarde.

- Mimi...

ContraluzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora