Reflecting light.

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And the moon's never seen me before but I'm reflecting light

Ana se removió incómoda y volvió a acomodarse en el banco de aquel parque, decidió quitarse el suéter que llevaba y guardarlo en su bolso. Aunque era atípico para la estación, el clima podía ser algo pesado a ciertas horas del día.

- Oye, tú- dijo en voz alta- Si vas a sacarme de mi casa con la promesa de pasear deberías cumplir ¿no?

- Ya hemos paseado, se acabó tu turno.

- Apenas me has hecho caso, dos vueltitas para cumplir y ya me cambiaste- se quejó cruzándose de brazos.

- No es cierto, además te has sentado ahí solita porque quisiste, podrías estar aquí con nosotros.

- Ni me mirabas, claramente estaba sobrando y eso que la invitada era yo y él el acompañante.

- Es tu culpa, deberías imaginarte que esto pasaría. Es irresistible, Ana- contestó la rubia dejándose caer nuevamente en el césped junto al perro.

La morena subió las piernas al banco, doblando sus rodillas y apoyando su mentón en ellas. Sonreía enormemente a pesar del enorme intento que había hecho por parecer enfadada por la situación.

Mimi le había mandado un mensaje invitándola nuevamente a ir por café y luego pasar un rato en un parque cercano a la casa de Ana. Luego de aquel desayuno en la cafetería, se habían visto un par de veces más en el estudio, conversaban frecuentemente e inclusive trataron de quedar para cenar una vez, pero la bailarina lo canceló unas horas antes. Eso era todo, no salían de ese ciclo, hablaban de cosas casuales e impersonales y compartían algunas bromas, muy lejano a la conexión que la morena pensó que había sucedido la noche del bar. Cuando acordaron los detalles y Ana finalmente entregó todas las fotos del evento, la frecuencia de las conversaciones se redujo aún más y la fotógrafa empezaba a aceptar el desinterés de Mimi hasta que esta la sorprendió con el mensaje y aquella invitación repentina.

¿Has desayunado?

¿Volverías a hacerlo?

Sí, siempre.

Estoy pasando por tu barrio, hay un parque muy guay.

Un buen café, el parque...

Me encantaría

¿Te importa si llevo a alguien?
No puedo dejarlo solo en casa.

No, claro que no

Pero si tenías cosas que hacer, no te preocupes.

Tarde, ya se lo dije y está ilusionado.

Pásame la ubicación y nos vemos en un rato.

Flechazo, enamoramiento, amor a primera vista: Indi y Mimi. En el instante en la bailarina vio a Ana llegar al parque con el perro de pelaje negro brillante, hocico y patas delanteras de color blanco y usando su bandana roja.

- Por favor dime que es tuyo o que por lo menos va a quedarse un rato- dijo la rubia ya hincándose frente al perro.

- Hola Mimi, un gusto verte luego de estos días- masculló con sarcasmo para sí misma.

- ¿Cómo te llamas, precioso? ¿Y esa bandana tan chula? ¿Quién es el perro más guapo del mundo?- la bailarina seguía en carrerilla.

- Ey, a mí no me saludas tan efusivamente- reclamó Ana- Henry Jones Junior- dijo finalmente ya que Mimi seguía muy concentrada.

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