Contraluz

Call If You Need Me.

Ask me to go faster, put my foot down to the floor
Standing at the edge, I feel like I've been here before
Loved you in the darkness and I loved you in fluorescent light

Hasta las ventanas estaban relucientes, se había tomado el tiempo de aspirar el sofá, cambiar las cortinas y reordenar un poco los muebles. Varios folios y carpetas de distintos colores estaban dispuestos organizadamente en la mesita, no quedaba rastro del constante desorden de papeles y tazas vacías que solía tener allí. Se las había arreglado para terminar todo su trabajo más temprano y poder tomarse el tiempo necesario para lograr que su piso se viera lo mejor posible. Suspiró de alivio al comprobar que ya no quedaba casi nada por hacer y que podría descansar el resto de la noche y aprovechar para prepararse mentalmente para la llegada de su madre y todo lo que eso podría conllevar. No es que su madre fuera demasiado exigente con el orden y la limpieza, pero ya tenía demasiadas cosas que contarle, como para permitir que encontrara el caos en el que se había convertido su piso en las últimas semanas por todos los líos que se le habían juntado a la vez.

– No hagas lío, Indi, por favor- musitó al darse cuenta que el perro venía dispuesto a ocupar su sitio en el sofá- Y trata de mantenerte limpio, por lo menos por unas horas- Indi se limitó a tumbarse en la alfombra y seguir ignorándola, como llevaba haciéndolo desde que se lo llevó al veterinario a un baño sorpresa en vez de al parque- Bueno, cuando tengas hambre te tocará dejar de ignorarme...

Ana no podía creer todo lo que había logrado hacer en aquellas horas, al parecer ordenar llevaba menos de la mitad del tiempo cuando no se ponía a ver fotos que encontraba, a probarse looks frente al espejo o a distraerse con cualquier tontería. Le había dado hasta tiempo de ducharse y arreglarse un poco mientras esperaba a que Mimi llegara ya que la bailarina le avisó que se tardaría un poco.

– A ella si le harás fiesta, ¿no?- dijo Ana cuando Indi corrió hacia la puerta al reconocer quien venía acercándose en el pasillo- Anda, ábrele, que no he trabado la puerta, sólo eso te falta...

– Madre mía, me he equivocado de piso- la rubia echó un breve vistazo antes de volver a cerrar la puerta, dejando a un confundido Indi sentado tras ella.

– ¡Mimi!- la llamó Ana poniendo los ojos en blanco.

– ¿Qué haces en este piso, gordo?- susurró Mimi, volviendo a abrir un poco la puerta y asomando sólo la cabeza-¡Ana! ¿Qué hacéis aquí?

– Una bromita más y...

– ¡Ay! Pero cuanto mal humor...- se detuvo al notar que no le convenían las bromas en aquel momento y finalmente entró al piso, luchando para no ser derribada por un efusivo Indi que hacía todo lo posible por llamar su atención- Ey, gordo, espera que me vas a tumbar y traigo la cena, no te conviene, tranquilo- se dirigió directamente a la cocina a bajar las cajitas de comida que había traído, dejó su bolso en una de las butacas, intentando no desordenar demasiado. Finalmente le dedicó unos mimos y un par de galletas a Indi para que se calmara, este se dio por atendido y siguiendo su berrinche, cogió su pelota y fue a directo a la habitación.

– Podemos cenar ya si quieres, que es algo tarde- propuso Ana abriendo las cajitas de wok.

– ¿Hola, no?- Mimi la abrazó por detrás, apoyando el mentón en su hombro.

– Lo siento...hola...- se disculpó girando su rostro para darle un pico en los labios- Sigo bastante acelerada y...

– Qué bien hueles - la bailarina no se movió de aquella posición, valiéndose de ella para dejar algunos besos en el cuello de Ana, a la vez que colaba las manos por debajo de su sudadera y acariciaba su cintura- Y que guapa estás siempre, no te soporto- susurró sin despegar los labios de su piel, notando como se erizaba. Ana echó la cabeza hacia atrás y fue relajándose poco a poco, más de lo que había estado en las últimas horas y, quizás hasta más que en los últimos días.