Victoria [ChanLix] -IV

Epílogo

Chan

—¿Te dije lo que mamá me dijo anoche? Creo que lo olvidé después de que Kris me mantuvo luchando contra la salida de ese diente. —Felix estaba en el suelo de la sala principal, luchando por sujetar un pañal a nuestro hijo.

Kris nunca quería quedarse quieto por más tiempo que un simple cambio de pañal; era el bebé más enérgico que había conocido y lo amaba por eso con todo mi corazón.

—No, Lixie, no creo que lo hayas hecho —le dije con una sonrisa paciente, mirando esos rizos dorados rebotar mientras mi compañero se inclinaba para soplar un prr sobre el vientre regordete de Kris. Mientras la risa mágica de Kris llenaba el aire, Felix me miró y se mordió el labio.

—Kris será un hermano mayor; vamos a tener otro bebé. — Los ojos de Felix estaban llenos de alegría. La paternidad le sentaba bien a mi rayito. Levantó a Kris y dejó que el niño envolviera sus dedos índices con sus regordetes puños.

Kris se balanceó en su lugar por un momento, luego soltó los dedos de Felix y dio un paso tambaleante hacia mí, luego otro, y otro, hasta que estuvo al alcance de la mano de donde yo estaba sentado en el sofá.

Felix estaba brincando detrás de él como una animadora.

—¡Ve, Kris! ¡Sí, cariño! ¡Eso es! ¡Ve con Papá! ¡Mira a nuestro grandullón caminando, Papá!—

La cara de Kris se redondeó en una expresión de "uh-oh", y parecía que estaba a punto de caer sobre su trasero acolchado, hasta que extendí la mano y lo levanté, sentándolo en mi regazo mientras extendía un brazo hacia Bokkie para unirse a nosotros.

—Vi a este chico grande caminando, Pa. Papá está orgulloso de su Kris. —Le hablé a mi hijo de la misma manera que lo haría con cualquiera, haciendo todo lo posible por no hablarle como un bebé a este encantador niño nuestro.

Me había ido bien hasta el momento, pero ahora ¿estaba recibiendo la bendición de otro? No estaba seguro de cuánto más podría resistir.

—Ahora, dulce Ángel, cuéntame de nuevo cómo nuestro hijo va a ser el mejor hermano mayor de todos los tiempos, y cómo Papá puede ver a Pa' hincharse con su esencia nuevamente y brillar como el sol del mediodía. Quiero escuchar esa parte, creo—.

Felix se sonrojó y se incorporó para plantarme un beso en la mejilla.

—Guardaremos la parte de la historia de la esencia que hincha para la hora de dormir, Channie. Ahora mismo, regresemos a la fiesta de cumpleaños de nuestro hijo antes de que Mamá Bae envíe una partida de búsqueda. Ya escuché mi nombre una docena de veces en los últimos cinco minutos—.

Me paré y moví a Kris a mi cadera, mi mano libre agarró la de Lixie mientras salíamos al porche juntos. Nos quedamos allí un momento, contemplando la escena que teníamos en frente. Uno de los pastores alemanes se acercó a nosotros.