Felix
Me desperté con el sonido de la risa que se filtraba desde el césped donde habíamos tenido nuestra boda. Liberándome del agarre de Chan, aparté el sueño de mis ojos y salí de la cama. Me acerqué a la ventana y abrí la cortina para ver qué estaba pasando.
—Tienes suerte de que Mamá Bae no te vea allí, Lix, o ella estaría hablando de ti desnudo junto a una cortina abierta cuando hay niños inocentes alrededor... y un invitado menos que inocente—.
Miré por encima del hombro con una sonrisa. Chris estaba apoyado sobre su codo, mirándome cariñosamente desde la cama. Tenía el despeinado por dormir más sexy que había visto en mi vida, tenía el cabello en todas direcciones y los mechones plateados brillaban a la luz del sol.
Sacudí mi cabeza, aun sonriendo.
—Vuelve a dormir, Channie. Puedo lidiar con esto—.
Chan no escuchó. Se sentó y balanceó las piernas sobre el costado de la cama.
—¿Tratar con qué, Lix? ¿Está sucediendo algo afuera?—
Asentí, sólo entonces recordando que él no podía escuchar la conversación allí como yo.
—Mis hermanos y primos están allá abajo, riéndose y burlándose de tus amigos—.
—¿Qué? —Se puso de pie y caminó hacia la ventana sin pensarlo dos veces, todavía desnudo. Alfas tontos y sus dobles raseros. —¿Por qué se están riendo de mis amigos? ¿Y por qué diablos están todos desmayados en el maldito suelo, de todos modos?—
Con un suspiro, le expliqué:
—Mi familia se está riendo porque tu grupo no pudo manejar su Moonshine. Por eso se desmayaron en el césped así. Pero si se despiertan y encuentran a mis parientes tontos riéndose de ellos...—
—...habrá problemas —Chris terminó para mí con un suspiro irritado—. Muy bien, Lix. Vamos a vestirnos y tratar con todos antes de que la mierda comience a golpear al fanático, como a Mamá Bae le gusta decir—.
Me puse de puntillas, apoyando las palmas de mis manos sobre su duro pecho mientras estiraba el cuello para besarlo. Chan estaba muy feliz de complacerme, luego me golpeó el trasero con un guiño.
—No me molestes, bebé. Vístete antes de que nos distraigamos y todo el infierno se desate allí—.
Cuando nos vestimos y salimos, más unicornios se habían reunido alrededor de los guerreros dragón desmayados... y con ellos, los compañeros de los guerreros.
—No puedo creer que los grandotes no hayan podido manejar la bebida —dijo mi primo Minho cuando nos acercamos.
Renjun se quedó allí balanceando a un bebé en su hombro, mirando a Minho.
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Victoria [ChanLix] -IV
FanfictionDónde Chan rescata a su predestinado del peligro. ✓ M-preg