Prometí no enamorarme {Drarry}

Oye, ¿quieres ir a la sala de Menesteres?

Harry

Había pasado casi un mes desde mi encuentro con Draco por la noche. Siempre nos encontrábamos ahí, paseábamos juntos, pero apenas hablábamos, disfrutábamos de la compañía del otro en silencio. También habíamos avanzado un poco respecto al proyecto, cada semana se quedaba uno con el pergamino en el que íbamos apuntando como iba y lo escribía todo el domingo. Ese día nos tocaba pociones junto con la casa de Slytherin, por lo que Ron iba a mi lado quejándose de Blaise mientras que Hermione iba detrás de nosotros con Pansy, obviamente nuestra relación no ha cambiado en absoluto, pero sigo enfadado con ella por el echo de que aún sabiendo que Pansy tenía novio no se negó a estar con ella. Y la relación con Ginny mejora, nos saludamos amigablemente cuando nos vemos, últimamente estoy de muy buen humor, aunque no se el motivo, pero sigo sin atreverme a entablar una conversación seria con ella o hablar de lo ocurrido para solucionarlo y ser amigos. Sigo sintiendo cosas por ella, pero son diferentes a como me sentía antes, lo que tengo seguro es que ya no la amo. Luna es un caso a parte, aún que estaba algo molesta con ella, para solucionarlo me hacía bombones de chocolate o me compraba libros de quidditch, encima siempre quería entablar una conversación conmigo y me pedía repetidas veces disculpa por lo ocurrido, era imposible estar enfadado con Lunita. Llegamos a la clase un poco antes que Pansy y Hermione así que nos pusimos en nuestros sitios y ellas al llegar se sentaron en otra mesa. Cuando llegaron Draco y Blaise yo le hice un gesto con la cabeza a Draco para que viniese a sentarse con nosotros, así que cogió a Blaise del codo y se pusieron frente a nosotros. En un principio a la gente se le hizo raro verme con el príncipe de Slytherin, pero luego se acostumbraron, así que ahora solo había unas pocas miradas sobre nosotros mientras seguíamos las instrucciones de la poción, terminó la clase, la cual era la última, y nos fuimos a preparar para la cena. Después de cenar, decidí leer un poco uno de los libros que Luna me había regalado hasta que llegase la hora de quedar con Draco. Llegada la hora, salí sigilosamente de mi habitación hasta llegar a el clásico pasillo, donde me encontré al chico más frío del planeta admirando por la ventana el panorama nocturno con una sonrisa en la cara. Me acerqué y me situé a su lado.

-Es precioso-dije. El tan solo asintió, sin girarse para mirarme.

-¿Estás mejor con Ginny?

-Oh, supongo que poco a poco, tal vez logremos ser amigos, ¿por qué preguntas?

-Curiosidad, ¿vamos?-Ésta vez se giró para mirarme y señaló al pasillo que teníamos por delante, yo asentí e hicimos el recorrido de siempre, pero esa vez era extraño, porque empezamos a entablar conversación, era cómodo estar con él, y divertido, me hacía olvidarme de todo mientras hablábamos.

-Oye, ¿quieres ir a la sala de Menesteres?-Él me miró confundido.

-¿Para qué?

-Para pasar el rato, siempre caminamos, podríamos sentarnos por una vez, estoy cansado-me quejé con tono infantil e hice un puchero. El rio y me miro a los ojos. Nunca me había fijado en lo bonitos que eran.

-Eres muy infantil, pero vamos si quieres, ¡te echo una carrera!

-¡Draco!¡Hey eso no vale!-Grité al ver que el rubio salió corriendo antes de tiempo. Al llegar estaba hiperventilando, y el me miraba apoyado en una pared con una sonrisa orgullosa. 

-Gano yo-dijo con una sonrisa-eres muy débil. ¿Enserio te ha cansado esto?-Yo le miré con una mirada asesina y entramos a la sala. Esta vez, la sala era de un color gris, con sillones y aperitivos en algunas mesas. Yo corrí y me tiré a un pequeño sofá soltando un suspiro. Él se sentó a mi lado empezamos a hablar de cosas sin sentido, hasta que llegó la hora de irnos a la cama.

-Hasta más tarde Harry-dijo con una sonrisa.

-Hasta más tarde Draco-le devolví la sonrisa y volví a mi habitación para poder dormir unas pocas horas.