Prometí no enamorarme {Drarry}

Alcohol

HARRY

Después de esa comida tan agradable con Draco, me sentí confundido, no sabía que sentía hacia el rubio, y tampoco sabía si estaba dispuesto a averiguarlo, solo sabía con certeza un cosa; lo que sentía hacia Draco Malfoy no era amistad. Y lo que más le asustaba, es que tampoco era lo que sentía con Ginny, no sabía si era deseo, atracción o amor, pero quería creer que era la segunda y ya. 

Estaba en uno de los sillones de la sala común de Gryffindor, atrapado en mis pensamientos, cuando oí a dos voces idénticas reír y callarse al darse cuenta de mi presencia. Yo dirigí mi mirada a el sitio del que provenían esas risas, encontrándome así a los gemelos Weasley, los cuales no tardaron ni un segundo en venir corriendo hacia mi, entusiasmados. Antes de que abriesen la boca me adelanté.

-¿Qué estáis tramando?- Pregunté al ver en sus ojos el clásico brillo que tenían cuando iban a hacer una de las suyas. 

-Nos has pillado Harry- dijo un Fred sonriente-, hemos hablado con Dumbledore, y por realmente extraño que parezca, que lo parece, nos ha dejado hacer una fiesta reuniendo a las cuatro casas en el gran comedor. Como en el baile de invierno, pero mejor.

-Y con fiesta, mi querido Harry- prosiguió George-, nos referimos a una fiesta de verdad, con comida, bebidas...-Los gemelos se miraron para decir al unísono- alcohol.- Abrí mis ojos como platos al oír lo último, pero solo unos segundos después sonreí y contesté sin pensarlo dos veces.

-Me apunto.

DRACO

Los gemelos dijeron hace poco que harían una gran fiesta, con alcohol incluido, pero lo que en verdad no me esperé fue verlos esa mañana en la sala común de Slytherin gritando a los cuatro vientos que todos nosotros estábamos invitados. La verdad, me emocioné, sería divertido que todos los alumnos se desestresasen un poco de los exámenes, solo era una simple fiesta, ¿qué podría salir mal?

HARRY

Me puse una camisa blanca y unos pantalones negros junto con mis zapatos negros favoritos, estaba emocionado por la fiesta, y por el hecho de que esto podría ayudar bastante con el trabajo en el que Draco y yo fuimos juntados, aunque ya iban bastante bien, por el hecho de su amistad y sus planes, sin duda alguna estaba agradecido con Dumbledore. 

Bajé con Ron y Hermione hacia el gran comedor, ambos estaban muy arreglados, cosa que me sorprendió viniendo de Ron, aunque de Hermione me lo esperaba. 

La atención de los tres recayó en un trío que estaba fuera de la pista de baile, pasando desapercibido, desde el momento en el que Draco volvió a Hogwarts, recibió todo tipo de abusos e insultos, incluso sus antiguos "amigos" le abandonaron, excepto Pansy y Blaise, por lo que siempre intentaban alejarse lo máximo posible de la muchedumbre, para que dejasen al pobre Draco en paz cinco malditos minutos.

Los tres estaban increíbles, Pansy llevaba un vestido verde corto y ajustado, remarcando su pecho, a Hermione literalmente se le caía la baba, y Blaise llevaba una camisa azul oscuro y pantalones negros, Ron estaba de un color como el de su cabello.

Pero mis ojos solo lo podían ver a el.

Draco.

Era un mismísimo dios es persona.

Todo su traje era de un color negro, al igual que sus zapato, levaba anillos y cadenas, y un pelo perfectamente peinado, ambos nos sonrojamos al mirarnos, ganándonos unas miradas pícaras de parte de nuestros amigos.

Nos acercamos a ellos y Hermione y Pansy se besaron en forma de saludo, cosa que en un principio nos hubiera incomodado, pero no era la primera vez que las chicas lo hacían, así que solo sonreí enternecido por el acto.

Blaise hizo una reverencia burlesca a Ron en broma cosa que no solo le causó gracia a el, si no también a Draco y a mi que reímos antes eso.

-Chicos, me llevo a Hermione a la pista de baile, van a tocar una canción lenta, vamos linda.- Pansy agarró la mano de Hermione y la condujo a través de la gente hacia la pista de baile. 

-¿Quieres...- Blaise empezó a preguntar alzando un poco la mano hacia Ron, pero el no le dejó continuar ya que le agarró del brazo y se lo llevó a rastras haciendo que Blaise se carcajease. 

-Nos han dejado solos.- Dijo Draco haciendo un puchero, en verdad se veía muy tierno.

-Seh, bueno, ¿qué te apetece hacer?- Al parecer el se lo pensó un poco hasta que contestó en un casi susurro.

-¿Te gustaría bailar conmigo?- Eso me sorprendió, pero no tardé en contestarle.

-Claro, pero ahora van a poner una canción lenta, mejor espe...

-Me da igual.- El tono inocente con el que lo dijo me resultó demasiado tierno, y antes de darme cuenta, ya le había tomado de la mano para llevarlo conmigo a la pista de baile.

DRACO

Antes de que pudiese retractarme, sentí el agarre de Harry sobre mi muñeca, luego tiró no muy fuertemente de mi posicionándonos en una parte de la pista, sin llamar mucho la atención.

Harry puso su fuerte agarre sobre mi cintura y agarró mi mano, haciendo que me estremeciese.

-Si te sientes icómodo...

-Cara rajada, empieza a bailar y calla.- El rio por mi actitud, era muy claro que yo estaba nervioso, pero al mirar a Harry a los ojos me calmé, esos ojos eran como un refugio para mi, un refugio dentro de un sitio helado, en el que me mantenía seguro.

Empezamos a balancearnos al vaivén de la música, mirándonos a los ojos en todo momento, como si fuse lo mas importante del mundo en ese momento. 

Cuando acabó la canción, paramos de bailar, pero el no soltó su agarre y seguíamos manteniendo nuestras miradas juntas. Al menos, hasta que una voz gritó; ¿¡quién quiere alcohol!? Y la estancia se llenó de gritos, silbidos y aplausos. 

-¿Vas a beber?- Me preguntó.

-Obvio, ¿y tú?

-Me quedaré sobrio para que no hagas ninguna idiotez.- Dicho esto nos dirigimos a la mesa de las bebidas y de lo último que me acuerdo es que esa noche bebí como nunca antes.

HARRY 

Cuando Draco iba por la decimosexta copa, agarré su bebida y la tire al suelo. El frunció el ceño, al parecer estaba borracho. Muy borracho.

-¿Por qué has hecho eso?

-Porque estás borracho, ahora, vamos, te llevaré a tu habitación.

-¡No quiero!- Protestó el, era como ver el berrinche de un niño pequeño.

-Me da igual.- El empezó a negarse hasta que puse una de mis manos debajo de su cintura, ya que no se podía estar apenas de pie sin que se cayera, escondió su cara sonrojada por el alcohol en el hueco de mi cuello, cosa que me puso la piel de gallina. El al ver mi reacción dio una pequeña risa y preguntó;

-¿Asustado Potter?- El sabía perfectamente lo que debía responder.

-Ni un poco.- Draco sonrió y empezamos a bajar a las mazmorras para llevarle a su habitación después de habernos despedido de los demás. Una vez ahí, entramos en su habitación.

NARRADOR OMNISCENTE

Harry dejó a Draco delicadamente en su cama. Nunca esperó que Draco se emborrachase tanto, pero tampoco esperó que al darse al vuelta Draco le agarrase de la manga para atraerle a el y juntar sus labios en un deseado beso.