Mi chico Suicida

¿Truco o Trato?

Narra Gray

Había pasado otro día más junto al débil cuerpo de Hallen. Mis compañeros de clases habían venido otra vez y Chloe nuevamente trataba de convencerme de que saliera del hospital. Le había dicho en cara todo lo que sentía y de la situación. Estaba enfadado con todos, pues ahora que Hallen se encontraba en un estado tan delicado venían a verle, pero ni siquiera se preocupaban por él. Por un momento vi en los ojos de cada uno de los presente algo de culpabilidad, por haber tratado al chico como basura. Después de esa gran visita me adentré en la habitación donde Hallen se encontraba. Los doctores me decían que tal vez si conversaba con él reaccionara. Lo he estado haciendo desde que habíamos llegado. De vez en cuando veía como Hallen trataba de decir algo,o movía levemente uno de sus dedos. En pocas palabras parecía estar respondiendo a mi voz, a mis llantos, a mis suplicas por que regresara conmigo y no dejara de luchar.

—Lo siento, pero el tiempo de visita ha terminado — dijo una enfermera entrando a la habitación

—Lo se, solo quería quedarme un poco más con él— pedí a la enfermera

—Lo siento, pero no puede quedarse. No se preocupe. Su amigo esta en buenas manos — me sonrió aquella chica vestida de blanco

Salí de la habitación, no era como que pudiera contra decirle. Me senté en los asientos de afuera esperando alguna noticia o algo

—Sabes no es la primera vez que te veo aquí — dijo sentándose a aquella chica a mi lado— Ese chico debe de ser muy importante para ti ¿no?, dime, ¿quien es? ¿Algún familiar? ¿un primo o algún hermano? — Negué con la cabeza

—Él es el chico que debí proteger, quien cautivo mi corazón, a quien le fallé —

—No creó que sea eso del todo cierto — me dijo aquella enfermera y yo le miré algo sorprendido— Mira, no se lo que ha sucedido entre ustedes para que el terminé aquí y en ese estado, pero lo que sea que fuera puede solucionarse. Tu no lo has abandonado, es cierto que fallaste en algo, pero lo estas tratando de enmendar. Si quieres podrías haberte ido y olvidarte de él, pero en cambio llevas aquí casi una semana sin salir y todo por asegurarte de que el este bien —

—Pero es lo menos que puedo hacer después de ocasionar el daño —

—Estoy segura se que no fue tu culpa, hay cosas que aveces salen de nuestro control — acarició mis cabellos — Eres muy joven aún, tal vez lo entiendas en unos años — me sonrió — ¿Sabes lo que debes hacer ahora?—

—¿Donar un riñón?— le miré confundido

—No, claro que no. Por suerte tu amigo no necesita un riñón nuevo, pero lo que si necesita es que te cuides, porque sino lo haces el no podrá estar ahí y tú no podrás estar a su lado. Así que ve a casa y darte un baño, come algo, despeja tu mente y lo mas importante, descansa —

Aquella joven mujer me acompañó a la salida del hospital y se encargó de verme marchar.

—Joder, esa fue la manera mas gentil de decirme que me fuera de ese hospital — proteste al ver que ya estaba lejos de ahí— Aunque tiene razón. Si me descuido Hallen no tendrá a nadie que le pueda cuidar —

Decidí ir a casa. Al entrar encontré todo desordenado. Recuerdo que cuando todo sucedió tuvimos que correr para llevar a Hallen al hospital y al no regresar nunca ordenamos el desastre que creamos. Fui al baño el cual presentaba un la sangre Hallen, aunque esta ya estaba seca.  Las pastillas y la cuchilla aun están en el suelo manchadas con ese rojo color.
Empecé a ordenar todo, saqué la basura, limpie la loza, me deshice de aquellas pastilla y de la cuchilla. Al terminar me di un baño y terminé durmiendo temprano.
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Narra (***)